Qué difícil vivir aquí

Por Siempreenmedio @Siempreblog

31 octubre 2013 por matthewfragel

Ya lo sé. Ya lo sé. Que si no te roban en el metro. Que si hace buen clima. Que si la playa está a media hora. Que si tenemos un carnaval del carajo (bueno, esto último mejor dejarlo).

En cualquier caso no hace falta que me convenzan de las bondades de vivir en Canarias. Las conozco. Pero esperen.

Imagínense la escena. Domingo. Siete de la tarde. Esas horas muertas que convierten al lunes en deseable. Llego a casa de un amigo que estrena piso. Me hace el tour: la cocina es un poco pequeña, quiero comprarle una funda al sofá, mira qué luminoso es el cuarto y todas esas cosas que se dicen en estos casos. Llego a la habitación que tiene por despacho…

Y lo veo. Mi nombre. En marcador negro. En la esquina superior izquierda de la pizarra de vinilo. Rodeado de flechas. De círculos. De otros nombres.

Mi amigo que se da cuenta. Que se sonroja. Que balbucea.

- Esto… Eso… A ver, hay una explicación.
- Pues tú dirás. Porque estoy deseando saber qué hago yo ahí. Y sobre todo por qué esa flecha me conecta con la hijaputa de Miriam.
- Precisamente, precisamente… ¿Qué fue lo que te hizo?
- Me rescaldó las leporcias.
- Eso me parecía. Pero es lo bueno del sistema: que no me hace falta recordar el motivo. Me basta con saber que no puedo juntarlos bajo el mismo techo.
- ¿Y Bernardo? ¿Por qué está conectado con Ana?
- Porque se churumieron los alcotes. Y la cosa acabó mal.
- No lo sabía.
- Ni tu ni casi nadie. Claro que es mucho peor lo de estos dos. Marcos y Ernesto. Resulta que sus padres compartían un refulcio. Y todos tan felices. Hasta que el refulcio se atolicó y no se pusieron de acuerdo en los gastos. Ahora no se aguantan. Ni ellos ni sus padres, que como ves también están en la pizarra.
- El caso es que me suena la historia. Y por cierto, ahora que lo nombras… ya me estás poniendo otra fecha con Ernesto.
- ¿Qué te hizo?
- Me churneó las jilufas. O me sarundó las esclundas. No me acuerdo. Pero tú pon la flecha, que me caía mal seguro.
- ¿Ves? Necesitas una pizarra de estas. Vale su peso en oro para organizar la agenda.
- Son muchos los líos y muy poco el espacio. Es difícil vivir aquí.
- Ya te digo.