El Fondo Monetario Internacional, cuyos gurús fueron incapaces de predecir el alcance de la crisis y hoy, para salir de ella, en lugar de pensar en salvar a las personas prefiere salvar el capitalismo y el mercado neoliberal, pidió ayer a España, Irlanda y Portugal, que apliquen con carácter inmediato sus planes de ajuste fiscal. Esto es, subida de impuestos indirectos, lineales, al margen de que estés haciendo cola ante el INEM o ganes al año, como los directivos del Banco Santander, cifras que superan con mucho los seis ceros.
Cuando el Fondo Monetario Internacional pone los ojos en un país, quienes viven en él tienen razones más que sobradas para echarse a temblar. Todos sus planes y propuestas tienen una cabeza de turco, la ciudadanía, que primero pierde su empleo, después se le exige que pague más impuestos y, por último, sufre el recorte de su pensión, si es que tiene derecho a ella. Esto es lo que ha ocurrido en Grecia y puede pasar ahora en otros países , entre ellos el Estado español. Es obvio que no me gusta el Fondo Monetario Internacional, y tengo razones sobradas para ello.
He visto y conocido las consecuencias de sus directrices en distintos lugares de América Latina, y sólo puedo decir que este organismo (¿?) siempre está alineado con los poderosos y el capital, a costa del bienestar y la calidad de vida de la ciudadanía. Las pensiones, por bajas que éstas sean, siempre le parecen altas, al igual que los derechos sociales siempre le parecen muchos, y considera que el empleo estable y de calidad es caro para la patronal y sale más rentable la precariedad y los bajos salarios. En cambio, jamás oiremos del Fondo Monetario Internacional una crítica, aunque sea en voz baja, a las ayudas a la banca, los paraísos fiscales o la especulación financiera.
Po todo ello, me preocupa tanto que Caroline Atkinson, portavoz de esta entidad, dijera ayer que el Gobierno Zapatero ha presentado un plan de medidas “bastante grande“, y añadiera que es necesario impulsarlo “con celeridad” si queremos reducir el déficit. Si al Fondo Monetario Internacional les gustan las propuestas del PSOE sólo cabe una explicación: éstas son necesariamente de derechas, muy de derechas, y lesivas para la ciudadanía. Para terminar de echar más leña al fuego, la señora Caroline Atkinson declaró que este ajuste es sólo el “comienzo”. ¡Que el futuro nos pille confesados!