Mientras me paseaba por los pasillos del gran supermercado Carrefour, ayer por la tarde cuando realizábamos algunas compras navideñas, me acordé de la película " En Tierra Hostil ". Cuyo título original es "Hurt Locker", pero que como somos españoles pues le ponemos el que nos salga del alma y hasta nos queda mejor.
No me acordé de la película mientras caminaba por los pasillos del Carrefour porque me recordase a un Estado de guerra... obviamente no, más bien al contrario. La película ganó 6 Oscar, si bien a mi parecer, y parece ser que al de otros muchos también (por lo que he visto en varios foros), la película no es una obra maestra ni mucho menos.
Pero si hay algo con lo que me quedé de ella, fue la escena en la que uno de los soldados que ha sido destinado a Irak vuelve a casa. Tras haber sufrido pérdidas y momentos trágicos, se encuentra en mitad de un enorme supermercado con cientos de marcas distintas para cada producto. En esta escena, el personaje se queda parado en mitad de este "sin sentido", no sabiendo qué elegir (hay otras interpretaciones de esta escena y ninguna creo que sea más correcta que otra, al fin y al cabo sirve para reflexionar sobre este tema).
Mientras que en otros países están sucediendo constantes masacres: Siria, Irak, Afganistán, Pakistán, Ucrania, México, Nigeria, Somalia, Egipto, entre otros... nuestros supermercados se llenan cada día de productos nuevos. Y es comprensible pues en un sistema capitalista donde tantas personas han de " buscarse el pan", hemos de inventar constantemente nuevos productos para que pueda seguir la rueda.
Aún así, esto no resta tristeza al hecho de que haya millones de personas que no tienen nada que echarse a la boca, y que aquí no sepamos qué elegir entre tanto como hay y sobra.
Pero esta multiplicidad de elecciones se hace presente en todos los ámbitos. Los jóvenes no sabemos qué elegir. Hay tantas carreras, tantas posibilidades de futuro que esto nos abruma y dificulta que podamos encontrar un rumbo, un camino.
Somos la generación de la tecnología, la generación de las miles de opciones y la generación que ha sido probablemente más feliz y triste a la vez.