¿Cómo funciona la refinanciación? ¿Qué es el refinanciamiento y cuando deberías usarlo?
El refinanciamiento reemplaza tu hipoteca existente con un nuevo préstamo y puede permitirte cambiar el plazo o la tasa de interés de la hipoteca o liquidar el valor líquido de tu vivienda. Obtener una refinanciación es muy parecido a solicitar una hipoteca. Por esto es tan importante saber cómo refinanciar deudas en la planificación financiera.
La falta de planificación puede ser la causa fundamental de los problemas económicos de las familias. En muchos países occidentales sólo el 35% de las personas tiene presupuesto para todos sus pagos y le sobra dinero para ahorrar, mientras que el 58% sobrevive con lo justo. Esto significa que cualquier gasto fuera de lo común es un gran revés: el 42.5% de los ciudadanos de algunos países en Latinoamérica no tuvo suficiente en el año anterior para cubrir sus gastos totales con sus ingresos y el 63% tuvo que pedir prestado a familiares o conocidos. Y en Europa y Estados Unidos, aunque las cifras no son tan preocupantes, el problema también afecta a muchos ciudadanos.
Son datos que nos muestran la importancia de realizar un seguimiento de nuestro dinero y más aún a la hora de contratar un préstamo. Hay que aprovecharlo al máximo para hacer crecer un patrimonio. Y podemos optar por el refinanciamiento y también por los minicréditos.
La refinanciación de la deuda es una alternativa que ofrece el banco a un deudor, cuando ya ha tenido un problema de incumplimiento. En un refinanciamiento, la institución financiera establece un nuevo cronograma de pagos, modifica los intereses y las condiciones para que el deudor pueda cumplir con sus obligaciones.
Aprovecha el crédito
Por lo general, la tarjeta de crédito es la puerta de entrada para comenzar a construir un historial crediticio. Algunos de los diversos beneficios que ofrece son: financiación gratuita a veces hasta por 50 o 60 días, acceso a promociones por meses sin intereses, generación de puntos de devolución de efectivo, domiciliación bancaria para pagos de servicios y, en algunos casos, incluso descuentos especiales. Y a esto hay que añadir los minicréditos, porque estos y los préstamos rápidos están de moda.
El secreto para una buena gestión de la tarjeta es conocer y estar pendiente de los plazos de pago, además de plantearse pagar al menos el doble del mínimo o, preferiblemente, del pago total para no generar intereses. Si desde tu primer préstamo demuestras que cumples con el pago, seguro que te será mucho más fácil acceder a otro que te ofrezca mejores condiciones.
¿Soñaste con comprarte un coche, un apartamento o una casa? Dependiendo de tus necesidades, puedes beneficiarte de un préstamo personal, de coche o hipotecario. Cada uno ofrece términos específicos diseñados para ayudarte a lograr el objetivo. Es muy importante que compares, analices y elijas el crédito ideal para ti. Es decir, por ejemplo no es recomendable financiar la compra de un automóvil con crédito personal o tarjeta de crédito, ya que la tasa de interés de un préstamo de automóvil seguramente será menor.
Es cierto que los créditos tienen muchos beneficios y nos ayudan a conseguir nuestros objetivos, pero no son herramientas ilimitadas de las que siempre podemos disponer. Para hacer uso de ellos, es necesario conocer nuestra capacidad de endeudamiento y tener en cuenta con precisión nuestros ingresos y gastos.
Una vez que tenemos esto controlado, es importante identificar cuáles son los gastos fijos. El 35% se calcula a partir del monto restante, después de deducir los cargos fijos de los ingresos mensuales, que es una proporción máxima apropiada de la capacidad de endeudamiento.
Por ejemplo: si una persona con un salario mensual neto de 8,000 euros tiene un gasto fijo de 4,500, el resto es 3,500, por lo que se debe calcular el 35% sobre esa cantidad. El resultado, es 1,225 por mes; Esto significa que la suma del pago de todas las deudas del mes no debe exceder esta cantidad.
Ahora bien, si por la situación actual, o por cualquier motivo, te encuentras en una contingencia, el crédito puede ser tu aliado, sobre todo si tienes inmuebles que te sirvan de respaldo.
El crédito de liquidez con garantía hipotecaria es un préstamo con atractivas tasas de interés anuales que son más bajas que otros tipos de crédito, lo que lo convierte en una opción adecuada, especialmente si necesitas financiamiento a largo plazo para un negocio por un monto considerablemente alto. Eso sí, recuerda que esto es deuda y necesitas usarla de manera correcta y responsable para sacarle el máximo provecho; Ten en cuenta que es tu propiedad la que queda como garantía y que si no pagas podrías perderla.
El acceso a la refinanciación te permitirá alcanzar algunas de las metas que te has fijado o afrontar lo inesperado.
RECOMENDACIONES PARA REFINANCIAR
¿Cómo es tu capacidad de pago? Si alcanzas el límite y no te va bien al final del mes, es posible que debas esperar un poco para buscar refinanciamiento. Recuerda que este es un beneficio que se otorga a las personas que tienen un buen historial de pagos, si lo desperdicias ya no podrás acceder a él.
Revisa los términos del nuevo crédito, si siguen siendo los mismos que los originales, esta puede ser una buena oportunidad para tomar el refinanciamiento. Por último, evita gastar más o adquirir nuevos créditos para no llegar al límite de lo que puedes pagar cada mes. Siempre esfuérzate por mantener un buen historial crediticio.
Para tus finanzas
¿Te encuentras en una situación de sobreendeudamiento? Tus pagos de deudas superan el 40% de tus ingresos mensuales, no puedes cubrir tus pagos de deudas mensuales, llevas meses en mora con tus acreedores o estás pagando el monto mínimo de tus tarjetas de crédito con otras. Cuando ocurre esto una decisión importante puede ser refinanciar tus deudas con tu institución financiera.
El refinanciamiento es una alternativa que ofrecen las instituciones financieras a sus clientes, especialmente a aquellos que han incumplido, para desapalancar de manera más ordenada, reprogramando los pagos en cuotas fijas por un plazo fijo. Este es un proceso en el que puedes solicitar un cambio en tus condiciones crediticias a tu entidad financiera, ya que te encuentras en una situación en la que no puedes cumplir con tu obligación.
Si tomas la decisión de solicitar el refinanciamiento de deuda, se recomienda que realices varios ajustes en el manejo de tus finanzas y deudas, para que puedas cumplir con las nuevas condiciones que te otorgará la institución financiera.
¿Qué condiciones piden las instituciones financieras para refinanciar sus deudas?
Las condiciones de un refinanciamiento dependen exclusivamente de la institución financiera. Sin embargo, a modo de ejemplo, algunas instituciones financieras pueden exigir que, para refinanciar el préstamo, hayas pagado al menos entre el 20% y el 30% de tu obligación.
Para saber la cantidad real que puedes asignar para saldar tu deuda, necesitas hacer un presupuesto e identificar cuánto dinero necesitas para cubrir tus gastos fijos como comida, vivienda, servicios básicos y educación. La cantidad que queda libre de este presupuesto es la cantidad que puedes destinar al pago de los vencimientos de tu deuda refinanciada.
Si quieres que la cantidad disponible sea mayor, es útil analizar dónde puedes optimizar recursos y reducir tus gastos fijos y no esenciales. Puedes utilizar la técnica PERC para identificar los gastos que puedes posponer, eliminar, reducir y retener.