Este tratamiento es rápido y prácticamente indoloro. No requiere ingreso previo, el proceso tiene una duración de entre 15 y 30 minutos y se lleva a cabo con el paciente sentado o ligeramente tumbado. El efecto es gradual, progresivo y a los 15 días ya está establecido. El efecto final obtenido, se mantendrá durante un periodo de 12 a 14 semanas. Después de este tiempo, podemos volver a repetir el proceso.
A pesar de la seguridad del tratamiento, no está recomendado en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, personas alérgicas a la proteína de huevo o que presente enfermedades neuromusculares.Después de la infiltración recomendamos gesticular y contraer los músculos de la zona tratada, no presionar ni masajear el área sobre la cual hemos inyectado y mantenernos en posición vertical al menos 3 horas después del tratamiento.
Como cualquier tratamiento específico, la infiltración de toxina botulínica debe llevarla a cabo un médico autorizado.