Los hombres se aferran a lo que les inculcaron por diversos medios, tomando como verdadero lo que no resiste a razones superiores. Y tan natural ven modalidades, hábitos o costumbres que rechazan "a priori", todo tipo de cuestionamientos a dichos conceptos.
El descanso como lo entiende la mayoría de las personas, consiste en divertirse, ir al cine, o ver la diversidad de espectáculos que ofrece la televisión, cuando no emprender viajes o pasatiempos.
Hasta en el momento en que las personas pasan "a mejor vida",(cosa que estaría por verse), se les desea el "descanso eterno", dándole a esta palabra supuestamente la connotación de cierto estado pasivo de contemplación o de ubicación privilegiada ante la Divinidad.
También y constatando la afirmación referida, ¿quién no ha comprobado que los cambios de actividad, inteligentemente creados, rompen la rutina y la monotonía que puedan tener dichas actividades?.
"El agua que se estanca se pudre", y al contrario la que está en movimiento se purifica.
En la Creación todo es signo de actividad permanente y las diversas formas de vida que cuanto más evolucionadas son más activas, como lo podemos percibir claramente en los cuatro reinos, el mineral, el vegetal, el animal y el hominal.
De esa manera se habrá vencido la inercia y la pasividad, especialmente la mental, que tanto ha impedido que el hombre labrara un destino mejor con el esfuerzo inteligente, el empeño y la constancia.
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