Podríamos definir la criptografía como el arte de escribir en clave. Los ámbitos de la criptografía son el cifrado y la codificación destinados a alterar el mensaje con el fin de hacerlo ininteligibles a aquéllos que no están autorizados para leerlos. Por tanto, el principal objetivo de la criptografía no es otro que lograr la confidencialidad de los mensajes. Para ello, es imprescindible el diseño de sistemas de cifrado y códigos. El primer tipo de criptografía que se desarrolla es la criptografía clásica. Y utiliza, principalmente, dos sistemas de cifrado: el cifrado por transposición y el cifrado por substitución.
Hoy en día, la criptografía se encarga del estudio de los algoritmos, protocolos y sistemas que se utilizan para proteger la información así como de dotar de seguridad a las comunicaciones y a las entidades que se comunican. Para ello, la criptografía diseña, implementa, implanta y hace uso de sistemas criptográficos para dotar de seguridad.