Ya he contado en el blog en numerosas ocasiones que padecía trastorno de ansiedad severo, que se me juntó con depresión y acabó en un trastorno de despersonalización importante. A día de hoy, y después de leer numerosos escritos sobre éste, ver diversos testimonios y haberlo sentido en mis carnes, me cuesta explicar qué es la despersonalización.
Y el motivo por el que me cuesta describir el trastorno, es porque incluso meses después de haber acabado o reducido la ansiedad al mínimo, sigue en mí. En muchos momentos del día se me olvida y me encuentro ensimismada en lo que estoy haciendo y no me planteo si yo soy yo o si lo que estoy viviendo es real. Pero en muchos instantes viene y me hace sentir como si estuviese en una película o un sueño.
Y es que con frecuencia, el trastorno de despersonalización se mezcla con el de desrealización. Pero primero distingamos entre ambos:
Qué es la despersonalización y desrealización según el DSM-5
La despersonalización es un fenómeno descrito en el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición) como parte del trastorno de despersonalización/desrealización. Este trastorno se caracteriza por experiencias persistentes o recurrentes de despersonalización, derealización, o ambas.
- Despersonalización se refiere a una alteración en la percepción de uno mismo, donde la persona siente que está separada de su propio cuerpo o mente. Las personas pueden sentir que son observadores externos de sus propios pensamientos o cuerpos, experimentando una sensación de estar desconectados o de ser “irreales”.
- Mientras que la desrealización es la percepción alterada del entorno externo, donde el mundo exterior puede parecer irreal o distante.
Podría decir que he sufrido y sufro ambas, pues al menos para mí siento que van de la mano. Cuando te sientes separado de tu propio cuerpo y observando tu entorno desde fuera, al menos para mí la desconexión con el entorno va de la mano.
Hace meses el impacto de este trastorno era muy fuerte, tanto que llegó un punto en el que me miraba en el espejo y ni me reconocía. Y lo que es peor, que el tiempo pasaba de un modo no lineal, como si estuviese drogada y no entendiese cómo llegaba de un punto a otro.
Viviendo con despersonalización
El libro que me sacó de una espiral de ansiedad, depresión y ataques de pánico fue “Sin miedo” de Rafael Santandreu. A pesar de estar haciendo terapia, haber ido al psicólogo, al psiquiatra, ginecólogo…. fue realmente este libro el que me hizo entender que lo que padecía solo se podía ir con trabajo diario de enfrentamiento en lugar de evitación.
De todo lo que me había pasado, la despersonalización era lo que más incomodidad me daba. Había sentido ansiedad y emociones depresivas en mi vida, pero esto me pillaba por sorpresa y le cogí un miedo terrible. Entonces leyendo los testimonios maravillosos de tanta gente que habían pasado por lo mismo, entendí que debía perderle miedo y aprender a vivir con estas sensaciones aunque no se me fuesen nunca.
Fue en Italia, como cuento en el testimonio que hice en su canal, donde empecé a aplicar el método y a enfrentarme a tope, y conforme me enfrentaba, más crecía la despersonalización:
Fue en esos días decisivos cuando la despersonalización alcanzó las cotas más altas. De camino a Venecia y ya allí, parecía que iba flotando, como si estuviese en un sueño y pasase de una escena a otra. Recuerdo ese día y los venideros, como iba saltando de una escena a otra sin entender bien cómo había llegado.
La diferencia en ese momento, era que había perdido el miedo a la sensación de despersonalización, y por tanto, aunque ésta invadiese mi cuerpo, yo sabía que no me pasaría nada (o al menos aceptaba que si pasaba pues ya está!).
Qué es la despersonalización a nivel sintomatológico
Te quiero ahora explicar sus síntomas, al menos desde mi perspectiva y acabar con una “carta” a esto que padezco.
Imagina que estás sumergido en una escena de una película donde todo parece irreal, como si observaras tu vida desde la tercera persona, una cámara que flota sin ataduras, desvinculada de tus propios ojos. Así puede sentirse la despersonalización: un estado de desconexión, donde uno se convierte en un espectador de sus propias acciones y pensamientos.
1. Separación del yo: sientes que te observas a ti mismo desde fuera, como si tu cuerpo y tu mente no estuvieran sincronizados. Eres un extranjero en tu propio cuerpo, un actor secundario en la película de tu vida. De hecho me ha pasado y me pasa muchas veces pensar en cómo el cerebro y todos los órganos de mi cuerpo pueden funcionar de un modo autónomo a pesar de que yo sienta que estoy en otro sitio.
2. Emociones amortiguadas: tus sentimientos parecen estar envueltos en algodón; las alegrías, tristezas y miedos se atenúan, dejándote flotando en una neblina emocional. Como si estuvieses anestediad@ y todo te afecta un poco menos porque no tienes claro que estés ahí.
3. Distorsión del tiempo: los minutos se alargan hasta convertirse en horas, o las horas se comprimen en segundos. El reloj pierde su constancia, y el tiempo se siente como un líquido que fluye a un ritmo caprichoso.
4. Realidad alterada: el mundo se siente como una escenografía, demasiado plano o visualmente distorsionado. Los colores y sonidos parecen desafiar su autenticidad, haciendo que todo a tu alrededor parezca extrañamente ajeno.
Mensaje personal a mi despersonalización
No sé si algún día te irás por completo, ni recuerdo qué día concreto llegaste. Tampoco sé cuánto tiempo pasas conmigo porque al no estar en un estado elevado, he aprendido a vivir contigo aún cuando no estás.
En ocasiones apareces en medio de una reunión con amigos, a veces mientras toco, e incluso cuando voy conduciendo, que ahí es cuando eres mi peor compañera.
A día de hoy no te tengo miedo. Me molestas, porque eres un incordio no nos vamos a engañar, pero puedo convivir contigo, igual que con mi TDPM, que se presenta de manera cíclica y que te hace aparecer con más fuerza.
Te invito a irte a Australia con un ticket sin vuelta, pero si te quedas pues nada, a seguir para adelante.
En ocasiones, y supongo que para sentirme mejor, pienso que gracias a todo lo que he aprendido con este trastorno y la hecatombe mental que sufrí en 2023, me ha hecho más fuerte para todo.
Ahora sé que podré seguir adelante pase lo que pase, y que el sufrimiento se soporta mucho mejor cuando se acepta y se observa… sabiendo que pasará.
Si padeces o sientes que padeces el trastorno de despersonalización y quieres que alguien te escuche, puedes contactarme.