Artículo escrito por una niña de 14 años en una actividad escolar en 3º de la ESO.
”Felicidad: placer, satisfacción, gusto grande”. Esta definición de felicidad, es una idea global que todos tendríamos en la cabeza si se nos pregunta su significado, la que, aproximadamente diríamos. Ahora bien, ¿cuáles son los factores que hacen que exista ese placer, satisfacción…? Algunos de ellos, y también mas importantes, podríamos decir que serian la familia, la amistad y la salud. ¿Se puede ser feliz sin tener familia o a un grupo de amigos con cierta confianza con los que poder relacionarse y compartir ideas y sentimientos? La respuesta mas inmediata seria no. Pero analicemos el caso: lógicamente cada persona al ser como es, valora cada cosa de una determinada manera, y tiene, por otro lado, unas prioridades. Quizá para una persona, tener un grupo de amigos muy grande, sea necesario y si no lo tiene, seguramente no es del todo feliz. Por el contrario, otra persona se conforma con tener un grupo de amigos menor, y para ella, eso es suficiente. Como valoramos las cosas es muy importante y tiene mucho que ver con todo esto. Cuanto mas exigentes y ambiciosos seamos, mas vamos a necesitar y tenderemos que tener e todo mas para poder ser felices. En cambio, si somos de los que no necesitan mucho, nos vamos a conformar con poco que tengamos y valorando mucho mas las cosas, vamos a ser felices teniendo lo que tenemos.
El estado de animo de otra persona también puede que influya en nuestra felicidad. Si una persona cercana a nosotros esta enferma o triste, por ejemplo, nuestra felicidad va a poder cambiar. Con lo que nuestra felicidad va a depender, en ocasiones, en la felicidad de otras.
Por lo tanto hay que saber valorar mucho las cosas que poseemos y a la vez exigirnos mas a nosotros mismos para, en la medida de lo posible, hacer mejor y mas duraderas las cosas que ya poseemos. Ya que para cualquier circunstancia, puede que nuestra felicidad deje de existir y sera entonces cuando nos demos realmente cuenta del calor de las cosas que antes poseíamos.
Seremos realmente felices, cuando el placer obtenido tras habernos autorealizado como personas, sea duradero y valioso y cuando consigamos no ser dueños ni siquiera de una mínima proporción de dolor.