¿QUÉ ES FITOTERAPIA?
La fitoterapia es la ciencia que estudia las plantas medicinales, sus propiedades y sus principios activos desde el punto de vista terapéutico y la forma en que actúan en la prevención, curación o alivio sintomático de ciertas enfermedades.
El uso de las plantas como método de curación viene de tiempo inmemorial. Los primeros escritos sobre plantas medicinales datan del año 3000 a. de C., de la cultura sumeria, aunque se supone que se utilizaban desde mucho antes y en lugares muy diferentes.
LOS PRINCIPIOS ACTIVOS DE LAS PLANTAS. Una planta en sí misma se comporta como un auténtico laboratorio natural, sintetizando multitud de moléculas. Algunas de ellas provocan una respuesta sobre el organismo, son las que se consideran farmacológicamente activas (principios activos), moléculas tóxicas y principios coadyuvantes, tal vez los más importantes puesto que acompañan a los principios activos modulando, modificando e incluso mejorando sus efectos.
Algunas plantas como el eucalipto(Eucalyptus globulus) son ricas en principios activos que, acompañados de sus coadyuvantes, las convierten en auténticos medicamentos naturales, en el caso citado, muy interesante en el alivio de problemas respiratorios.
Otras plantas, sin embargo, como la cicuta (Conium maculatum),contienen una mayor proporción de principios tóxicos, lo que las convierte en plantas venenosas con efectos que pueden llegar a ser mortales, como el ejemplo que nos ocupa.
Si una persona toma bardana para el acné o ginkgo para el riego, realmente se está medicando y es importante que lo comente con su médico cuando asista a una consulta, porque cualquier otro fármaco podría interaccionar negativamente con la planta. Por lo tanto, es necesario el mismo control médico estricto con las plantas medicinales que con los medicamentos de síntesis.
La principal diferencia de la fitoterapia frente a los medicamentos sintéticos está en su método de acción: mientras que los segundos tienen un efecto inmediato y bien dirigido, pero en general agresivo, las plantas medicinales ejercen efectos más suaves y prolongados, y sin fuertes agresiones al organismo. Otra de las ventajas de la fitoterapia es que una misma planta puede tener diferentes funciones, según el método de aplicación.
Tomemos el ejemplo de la ortiga verde (Urtica dioica) fresca, aplicada sobre las piernas cansadas, actúa facilitando la circulación y ayuda a calmar el dolor en los músculos y las articulaciones, aunque produce un picor considerable. En infusión caliente es un buen depurativo sanguíneo y un suave antihistamínico. Si se ingiere escaldada, rehogada o cocida se convierte en un excelente remineralizante y diurético.
Las plantas pueden comercializarse en forma de planta seca, o en extractos líquidos o secos, comprimidos, cápsulas, etc. Todos estos fitofármacos (fármacos procedentes de plantas) se obtienen por métodos de extracción que mantengan todas las propiedades de las plantas, y llevan un control de la cantidad exacta de principios activos que presentan.
En una planta la cantidad de principios activos suele variar al igual que varía la cantidad de colesterol de unas personas a otras. Por lo tanto, al tomar la planta en infusión o preparada de otro modo no se tiene la seguridad (aunque si una aproximación) de la cantidad de principios activos que se están consumiendo, sin embargo, al tomar un fitofármaco se sabe exactamente qué dosis se está administrando. Igual que en un medicamento de síntesis química.
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