De repente tuvo la intuición de que este anciano poseía la clave de su búsqueda espiritual. Le dijo a distancia:
- Dime maestro .. ¿qué es la iluminación?
El hombre se detuvo y, sin decir una palabra, depositó su saco en el suelo. Marpa, que miraba fija e intensamente al anciano, sacudió la cabeza:
- Por fin he comprendido qué es la iluminación.
- Gracias.
- ¿Pero qué hay después?
Por toda respuesta el anciano levantó su fardo, lo volvió a colocar sobre sus espaldas y reanudó su camino.
Vamos cargados de un saco de preocupaciones. El gran reto es deshacernos de las preocupaciones y aceptar la realidad como tal.