La pájara tiene un nombre técnico: hipoglucemia. Son los síntomas que se producen en el organismo cuando hay una caída del nivel de glucosa en sangre o cuando se agotan las reservas esenciales de glucosa de nuestro organismo.
La hipoglucemia se asocia a los pacientes con diabetes, por lo que también se la denomina shock insulínico. Pero en el caso de los deportistas tiene más que ver por un exceso de ejercicio unido a una escasa ingesta de alimentos, ya que la actividad física promueve la utilización de glucosa por los tejidos.
La pájara en realidad no es sino un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo para proteger el cerebro, ya que éste solo se alimenta de glucosa. Cuando el nivel de ésta desciende en el torrente sanguíneo, nuestro cerebro activa la alarma como medida de defensa. Así que la pájara en realidad no es del todo mala, sino que previene ante un ejercicio tan intenso que somos incapaces de soportar.
El organismo protege al cerebro una vez activada la alarma, y produce glucosa a partir de otros nutrientes disponibles. Es entonces cuando se agotan del todo las reservas almacenadas en los músculos. Este mecanismo debilita nuestro cuerpo por completo, nos crea malestar, confusión, aturdimiento e hipotermia, y sentimos una necesidad de comer exagerada, de hidratarnos como si estuviéramos en medio del desierto, de tomar geles.
Para tratar una pájara en curso, lo mejor que podemos hacer es pararnos a comer enseguida. Durante la mítica subida de Alpe d’Huez en la edición del Tour de Francia 2013 el entonces líder –y finalmente ganador- Chris Froome levanta la mano y le pide alimento a su compañero de equipo Richie Porte, como se puede ver en este vídeo. A Froome le asaltó una pájara de campeonato en plena ascensión, pero la providencial ayuda de su gregario le permitió salvar los muebles y dejarse solo un minuto en línea de meta.
¿Qué alimentos tomar? Básicamente alimentos ricos en azúcar como fruta, barritas, geles, dulces o bebidas energéticas. Necesitamos alimentos con azúcar de acción rápida, para reponer inmediatamente el nivel de glucosa en sangre.
Para prevenir este tipo de contratiempos lo mejor es alimentarnos correctamente comiendo hidratos de carbono desde días anteriores al entrenamiento o competición de turno. La ingesta de hidratos tiene que continuar durante la bicicleta (fruta, barritas, geles, bebidas deportivas…), comiendo cada hora y bebiendo cada 15 o 20 minutos.