¿Qué es la plutocracia y por qué Estados Unidos puede volver a serlo?

Publicado el 20 marzo 2025 por Juan Juan Pérez Ventura @ElOrdenMundial

La plutocracia es un sistema de gobierno en el que el poder lo ejercen o controlan los más ricos. El término viene del griego ploutos (‘riqueza’) y kratos (‘poder’). Bajo este tipo de gobierno se aplican políticas que benefician a aquellos con un elevado nivel económico, así como su ascenso y mantenimiento en el poder, y su influencia en el sistema político. A su vez, se restringe el acceso al poder para gran parte de la sociedad. Con ello, los individuos más adinerados llegan a estos puestos de liderazgo o tienen relación con quienes los ejercen, perpetúan el sistema y se centran en satisfacer sus propios intereses.

Aunque el término “plutocracia” hace referencia a un sistema de gobierno, el concepto no se sostiene sobre una filosofía política, sino que se usa principalmente de forma peyorativa. Algunos ejemplos de regímenes considerados plutocracias han sido ciudades-Estado de la antigua Grecia, la República y el Imperio romano, o ciudades-Estado de la Edad Media y el Renacimiento como Génova, Venecia y Florencia. Más recientemente también están los Estados Unidos de finales del siglo XIX o la Rusia postsoviética.

La plutocracia está relacionada con otros sistemas como la oligarquía o la aristocracia, aunque no son lo mismo. Una oligarquía es una forma de gobierno en la cual el poder está concentrado en un grupo reducido de personas, tengan estas un elevado nivel económico o no, desde empresarios o tecnócratas hasta militares y revolucionarios. Por su parte, la aristocracia es una forma de gobierno en la cual quienes ostentan el poder no sólo cuentan con un elevado estatus económico, sino también nobiliario.

El gobierno de los ricos

En una plutocracia, el poder lo tienen aquellos individuos con mayor nivel económico. Pueden ejercerlo de manera directa, ocupando los puestos de poder y usándolos en su propio beneficio, o indirecta, apoyando económicamente y aliándose con los gobernantes que favorecen sus intereses. Al mismo tiempo, los plutócratas buscan limitar la participación política de quienes no tienen cierto nivel económico.

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Para ello, la plutocracia puede aplicar estas limitaciones de forma explícita o menos evidente. En el primer caso, estableciendo un mínimo de riqueza para participar en política, como se hacía en la Antigüedad, o restringiendo al voto, como se hacía en Europa y América hasta su expansión desde finales del siglo XIX. En el segundo caso, por ejemplo, limitando el acceso a los sistemas educativos mediante tasas elevadas. Estas medidas aumentan la desigualdad, reducen la posibilidad de escalar socialmente y orienta las políticas hacia los privilegios de la élite política y económica.

Una plutocracia en Estados Unidos, ¿otra vez?

Los Estados Unidos de finales del siglo XIX y comienzos del XX son considerados un ejemplo de plutocracia. En la Gilded Age (‘época dorada’, 1870s-1890s), el país experimentó una gran expansión económica, industrial y demográfica, así como un aumento de la desigualdad. Durante estos años, el Gobierno estadounidense y sus políticas estaban influenciadas por un grupo de grandes empresarios. Entre ellos figuraban gigantes de las finanzas como J. P. Morgan o del petróleo como John D. Rockefeller.

Estados Unidos ha dado muestras de ser una plutocracia más allá de esa época. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Cambridge publicado en 2014 concluyó que entre 1981 y 2002 las élites económicas del país tuvieron una fuerte influencia sobre las políticas del Gobierno, mientras que el resto de los ciudadanos apenas interfirió en sus decisiones. Esto estaría relacionado con el modelo electoral, pues los políticos y partidos dependen del apoyo financiero de grandes empresarios. Unido a la creciente desigualdad, esto le otorga más peso a las ideas de los individuos adinerados en perjuicio de las políticas de bienestar.

Trump está llevando a Estados Unidos de vuelta al siglo XIX

Hoy en día, la vuelta de Donald Trump al poder y su alianza con magnates tecnológicos de Silicon Valley está asentando rasgos de una plutocracia en Estados Unidos. El hombre más rico del mundo, Elon Musk, dirige el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. Su objetivo es reducir el gasto estatal mediante el recorte de programas sociales y el despido de funcionarios, ya sea reemplazándolos o haciéndolo a través de jóvenes ingenieros sin experiencia en el sector público que habían trabajado en sus empresas. Además, Musk busca acceder a los datos fiscales de los contribuyentes e impulsar una agenda neorreaccionaria.

Junto a Musk, en la toma de posesión de Trump estuvieron Jeff Bezos o Mark Zuckerberg, entre otros. Bezos, dueño de Amazon y del Washington Post, anunció en febrero que en los artículos de opinión de su periódico sólo se defenderían “las libertades personales y el libre mercado”. Por su parte, Zuckerberg eliminó de las redes sociales de Meta su programa de verificación de contenido tras la vuelta de Trump. Con el respaldo de estos magnates y su propia trayectoria, Trump también representa una idea relacionada con una plutocracia contemporánea: que los empresarios se saben mejores gestores que los políticos.