¿Qué es la preeclampsia? ¿Cómo afecta mi salud y la de mi bebé?

Por Mamikanguro @MamiKanguro

La preeclampsia es un trastorno complejo que afecta a alrededor del 5 por ciento de las mujeres embarazadas. Para que te diagnostiquen preeclampsia debes tener Hipertensión arterial (presión alta) y proteína en la orina después de la semana 20 de embarazo.

La preeclampsia se manifiesta con más frecuencia después de la semana 37. No obstante, puede aparecer en cualquier momento durante la segunda mitad del embarazo, así como también durante el parto o incluso después de dar a luz (generalmente en las primeras 48 horas).

Es posible tener preeclampsia antes de la semana 20, pero sólo sucede en raros casos. La preeclampsia puede ser de leve a severa y puede progresar lenta o rápidamente. La única manera de mejorar es dar a luz al bebé.

¿De qué manera puede la preeclampsia afectar mi salud y la de mi bebé?

Cuanto más intensa sea la preeclampsia y cuanto más temprano se manifieste en el embarazo, mayores serán los riesgos para ti y para tu bebé. La mayoría de las mujeres que tienen preeclampsia presentan un caso leve poco antes de la fecha prevista para el parto, y tanto ellas como sus bebés evolucionan bien con el cuidado médico adecuado.

  • Sin embargo, cuando la preeclampsia es fuerte, puede afectar muchos órganos y causar problemas graves o incluso potencialmente mortales. Por esto será necesario que des a luz prematuramente si tu estado es grave o empieza a empeorar.
  • La preeclampsia hace que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que genera hipertensión y disminución del riego sanguíneo. Esto puede afectar muchos órganos de tu cuerpo, como el hígado, los riñones y el cerebro.
  • Además, si hay un menor riego sanguíneo hacia el útero, el bebé puede tener problemas como bajo crecimiento, muy poco líquido amniótico y desprendimiento prematuro de placenta (cuando la placenta se separa de la pared uterina antes del parto). Además, si es necesario que des a luz antes de la fecha prevista para el parto para proteger tu salud, el bebé puede tener problemas relacionados con su nacimiento prematuro.
  • Las alteraciones en los vasos sanguíneos a causa de la preeclampsia pueden hacer que los capilares “pierdan” líquido en los tejidos, lo cual produce hinchazón (lo que se conoce como edema). Cuando los pequeños vasos sanguíneos de los riñones pierden líquido, la proteína que hay en el torrente sanguíneo se elimina al orinar. Es normal tener una cantidad pequeña de proteína en la orina pero si sobrepasa un nivel determinado puede indicar que tienes preeclampsia.

¿Cuáles son los síntomas de la preeclampsia?

La preeclampsia puede aparecer de repente, por lo que es muy importante saber reconocer los síntomas. Llama a tu doctor inmediatamente si notas hinchazón en la cara o alrededor de los ojos, o si las manos, los pies o los tobillos se te hinchan excesivamente o se te hinchan de repente.

La hinchazón excesiva se produce debido a la retención de líquidos, que además puede provocar un aumento rápido de peso. Por eso coméntale también al médico o comadrona si aumentas más de 4 libras (alrededor de 2 kg) en una semana. Sin embargo, ten presente que no todas las mujeres que presentan hinchazón o rápido aumento de peso tienen preeclampsia.

Si tienes preeclampsia severa puedes presentar otros síntomas. Llama a tu doctor inmediatamente si tienes cualquiera de estos síntomas:

  • Dolor de cabeza fuerte o persistente.
  • Alteraciones de la vista, como visión doble, borrosa, con puntos o destellos de luz; sensibilidad a la luz o pérdida temporal de la visión.
  • Molestias fuertes o dolor al palpar la parte superior del abdomen.
  • Náuseas o vómitos.

Algunos síntomas de la preeclampsia, como hinchazón y aumento de peso, pueden parecer molestias normales del embarazo. Es por eso que podrías no saber que tienes preeclampsia hasta que te la detecten en una visita prenatal de rutina. Ésta es una de las razones por las cuales es tan importante acudir a las visitas prenatales.

¿Qué causa la preeclampsia?

Aunque los investigadores han aprendido mucho sobre la preeclampsia en la última década, muchos aspectos de esta condición aún se desconocen.

Los especialistas creen que en muchos casos la preeclampsia en realidad existe desde el principio del embarazo, bastante antes de que se manifiesten los síntomas, y que está relacionada con un riego sanguíneo reducido a la placenta. Esto podría suceder si la placenta no se implanta correctamente en las paredes del útero y las arterias de esa zona no se dilatan como deberían, de manera que llega menos sangre a la placenta.

La hipertensión crónica y la diabetes también pueden disminuir el riego sanguíneo hacia la placenta.

Hay estudios que indican que los cambios de riego sanguíneo a la placenta pueden producir altos niveles de unas proteínas de la placenta que entran en tu torrente sanguíneo. Esto puede producir una compleja serie de efectos, entre los que se incluyen: vasoconstricción (que produce hipertensión), daños en las paredes de los vasos (que provocan hinchazón y proteína en la orina) y alteraciones en la coagulación sanguínea, que a su vez pueden causar muchísimos otros problemas.

No está claro por qué les sucede a algunas mujeres y a otras no, y es posible que no haya una única explicación. Podría deberse a la genética, a la nutrición, a ciertas enfermedades subyacentes, y a la manera en que el sistema inmunitario reacciona al embarazo, entre otros factores.

¿Existe alguna manera de prevenir la preeclampsia?

No se sabe cómo se puede prevenir la preeclampsia, aunque existen investigaciones en curso. Varios estudios han investigado si tomar calcio extra, vitaminas o una dosis baja de aspirina podría ayudar a prevenir o tratar la preeclampsia pero los resultados no fueron muy claros como para ofrecer recomendaciones. Advertencia: No tomes nunca aspirina durante el embarazo a menos que te lo recomiende tu doctor.

Por ahora, lo mejor que puedes hacer es recibir buena atención prenatal durante el embarazo y asistir a todas las visitas. En cada visita, tu médico controlará la tensión arterial y analizará la orina para estar seguro de que no contenga proteína. Es también importante que sepas reconocer los síntomas de la preeclampsia, de manera que puedas ponerlo sobre aviso y recibir el tratamiento adecuado cuanto antes.

¿En qué se diferencia la preeclampsia de la hipertensión gestacional?

Si presentas hipertensión después de la semana 20 de embarazo pero no tienes proteína en la orina, se dice que tienes hipertensión gestacional (también conocida como hipertensión inducida por el embarazo). Si más adelante te encuentran proteína en la orina, tu diagnóstico pasa a ser preeclampsia. Esto le sucede a alrededor de una cuarta parte de las mujeres a quienes les diagnosticaron en un principio hipertensión gestacional.

Lo más probable es que la tensión arterial vuelva a su nivel normal después de que tengas al bebé. Si la tensión arterial se encuentra todavía alta tres meses después del parto, te diagnosticarán hipertensión crónica. Eso no significa que la hipertensión gestacional te haya producido hipertensión crónica. Por el contrario, probablemente la hayas tenido en todo momento y simplemente no te diste cuenta.

El embarazo generalmente hace que la tensión arterial disminuya al final del primer trimestre y durante gran parte del segundo trimestre, de manera que es posible que oculte temporalmente la hipertensión crónica. Por eso, si recién tuviste tu primera visita prenatal al final del primer trimestre o incluso más tarde, puede que el médico no la detecte hasta que el embarazo haya avanzado más.

Fuentes consultadas:

espanol.babycenter.com

ellitoral.com/index.php/