La tregua olímpica es un símbolo de los valores pacíficos del olimpismo, un intento de parar las guerras durante la celebración de los Juegos Olímpicos.
La tregua olímpica, (ekecheiria, en griego) tiene su orígen en las olimpiadas celebradas en el 776 a. C. en la antigua Grecia en la ciudad de Olimpia. La tregua fue acordada por los gobernantes de las ciudades próximas no para detener las guerras, sino para evitar los ataques a Olimpia durante los Juegos, así como para proteger a los participantes y espectadores en su viaje a la celebración y en el regreso. Desde entonces, los mensajeros de la ciudad viajaban por toda Grecia antes de las olimpiadas para anunciar la tregua e invitar a todo el mundo a asistir a los Juegos.
Con la recuperación de los Juegos Olímpicos y la creación del Comité Olímpico Internacional (COI) en la década de 1890 surgieron los valores olímpicos, que promueven el deporte como una herramienta para la educación, la inclusión social y la paz. Sin embargo, no fue hasta 1992 cuando, durante las guerras yugoslavas, el COI solicitó recuperar la tregua olímpica de los antiguos Juegos Olímpicos. Esta petición fue respaldada por la Asamblea General de la ONU en 1993, que mediante una resolución llamó a los Estados miembros a observar la tregua desde siete días antes de los Juegos y hasta siete días tras su finalización. La primera tregua olímpica moderna fue aprobada para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994 en Lillehammer, Noruega.
La geopolítica de los Juegos Olímpicos
La instauración de la tregua olímpica se vio respaldada también por la Declaración del Milenio en el año 2000. Ese mismo año el COI creó el Centro Internacional de la Tregua Olímpica en colaboración con Grecia con el fin de promover de forma permanente los valores de paz y amistad internacional del olimpismo. A partir de entonces, en la celebración de los Juegos Olímpicos, Paralímpicos y de Invierno se ha tratado de dar un mayor protagonismo a la tregua en las ceremonias inaugurales y las instalaciones con murales o exposiciones informativas.
A pesar de que las treguas olímpicas son aprobadas por los Estados miembros de la ONU en la Asamblea General, el carácter de estas resoluciones no es vinculante y por ello no hay obligación de cumplirlas. Ni los Juegos Olímpicos modernos ni la tregua olímpica han logrado poner fin a conflictos armados internacionales, pero sí han servido como instrumento diplomático. Algunos de sus hitos en la promoción de la paz y de la inclusión fueron la participación conjunta de las delegaciones coreanas en la apertura de los Juegos Olímpicos de Sidney en el 2000 o la creación del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados en los Juegos de Río de 2016.
¿Qué es la tregua olímpica internacional? fue publicado en El Orden Mundial - EOM.