Hasta quinto de primaria (hasta que yo tenía 10 para 11 años), siempre había visto al toro desde la barrera, es decir, siempre había visto a mi padre meterse palizas con la bicicleta por el asfalto, o meterse por pedregales con el club Bicizamora, siempre lo tuve por un deporte duro, pero nunca relacionado con el doping. Pero, si antes tenía una visión poco relacionada con el doping, desde que me metí en el mundo del ciclismo tengo todavíaa menos.
Y, ahora que también estoy metido en el ciclismo, y, hace unos años (pocos), también estuve en el tenis y la natación, quiero y voy a hablar sobre doping, pero para intentar mejorar la vista que tienen muchos de los ciclistas, unos deportistas muy sufridos por eso.
Cuando hablas con alguien que no sabe distinguir una bicicleta de un ordenador, siempre te sale con que el ciclismo es un deporte en el que todos y cada uno de los ciclistas, hasta los mismísimos cicloturistas, se drogan. No se dopan, sino que se drogan. ¿Pero qué es esto¿ Desde mi punto de vista, una tontería, y gorda.
Primero, los ciclistas no se droga, ya que, como los atletas, los tenistas o los nadadores, también son deportistas y, por tanto, la droga está lejos de ellos. Y, segundo, yen todo caso, se drogan. Esto es una cosa que, como a otros muchos, me repatea.
Hemos hecho del ciclismo una empresa donde los únicos que sufren y se llevan lo malo son los ciclistas profesionales. Sí, sí, señores, nadie más, sólo ellos. ¿Y por qué? Pues sencillo: son los que sufren lo que las "empresas" (que, en este caso, son los patrocinadores) hacen mal. ¿No os parece?
Gracias a esto, y de rebote, tenemos la mala imagen con los conductores. ¿O me equivoco?.
Además, por los carriles bici como el de Zamora, cada vez está peor pasar gracias, seguramente, a que nos toman por drogadcitos (no por personas dopadas, ni si quiera eso), que van como locos por "una cosa pintada de verde".
Sólo pedimos una cosa, y es la siguiente: por favor, más respeto. Sólo eso, pero por favor.