Si llevas meses esperando que llegue el verano, pues no esperes más… el pasado 21 de junio tuvo lugar el solsticio de verano que tras 68 años nos ha regalado una luna llena de película. Según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, el verano 2016 ha comenzado a olas 00:34 horas dando comienzo a una estación que nos dará 93 días y 22 horas de verano hasta que el otoño nos deshoje con una bajada de temperaturas y menos luminosidad solar. Pero ¿Qué significa solsticio de verano?
Se llama solsticio de verano en el momento justo que el sol alcanza su posición más boreal, es decir una declinación Norte de +23º 27′ lo que implica que la altura máxima al mediodía se mantiene sin modificación. Esto implica que los días se hacen más largos, y que podemos disfrutar de días con mayor exposición solar ya que el sol sale antes y se pone más tarde. Si bien se cree que durante la estación de verano la distancia entre el Sol y la Tierra es cuando más se reduce, esto no es cierto ya que el verano tiene más relación con la inclinación del eje de la Tierra que la distancia entre ellos.
Veamos un gráfico muy explicativo de la alineación del Sol y la Tierra en los cambios de estación que vivimos a lo largo del año:
Durante el solsticio de verano, el Hemisferio Norte es quien recibe mayor exposición solar, y este exceso de luminosidad es absorbido tanto por la atmósfera como por los mares quienes actúan como una barrera protectora contra el calor. Por su parte, la Tierra también absorbe mucha energía que va liberando a lo largo de los próximos meses de julio y agosto donde también se pueden detectar altas temperaturas.
El solsticio de verano no deja indiferente a nadie, ni en estos tiempos ni en los tiempos en que culturas antiguas recibían este cambio de temperatura como indicio de una fase positiva para sus cultivos y estilos de vida.
En la actualidad las ganas de celebrar y dar la bienvenida al verano no han cambiado: ofrendas, fogatas, fuegos artificiales, rituales y mucho más.