Si tienes una web corporativa, blog personal, tienda online etc… es posible que en alguna ocasión necesites de un profesional para realizar tu web o algún cambios en la misma. Puede que quieras contar con varios profesionales a la hora de confeccionar tu web y es aquí donde pueden venir los problemas si no estamos atentos. Partamos del siguiente ejemplo:
Isabel tiene su web en una empresa A pero ha visto por internet que la empresa B ofrece el mismo servicio más barato y quiere cambiar de empresa. El día que Isabel contrató su flamante web para vender vestidos de novia no reparó si era importante o no que los datos del registro del dominio fueran suyos o de la empresa que le realiza la web. ¡¡¡EEEERRROOOOORRRR!!!.
Isabel ahora se encuentra “atrapada” para demostrar que ella realmente es la propietaria del dominio de web. Ella solo quiere que le faciliten el cambio a la empresa B. Cosa por otro lado es complicada a veces porque algunos “profesionales de moral distraída” marearán a Isabel hasta aburrirla y que desista en el cambio.
Conozco casos en los que incluso se ha llegado a los tribunales para que un cliente pueda recuperar el nombre de su empresa a través del pago de las facturas de su página web
Esto que parece algo trivial y poco importante es un error muy frecuente con el que me encuentro a menudo. Mi respuesta siempre es la misma. Si usted pone su empresa a su nombre en el registro mercantil. ¿Por qué no hace lo mismo con el nombre de su empresa en internet?. Personalmente no pondría a nombre de nadie mi casa o mi coche ;).
Se une en este caso el desconocimiento de Isabel de este detalle y la relación de confianza que establece con la persona o empresa contratada que no la advierte.
¿Cómo podemos evitar este problema?
Tal como vimos en el artículo anterior comprobando los datos del whois de nuestro dominio y viendo que los datos de la persona registrante y del contacto administrativo sean sus propios datos y tenga accesos a sus cuentas de correo. Los podemos ver en la siguiente imagen: