En el último taller que tuvimos, una mamá me preguntó por el uso del kanga, ya que tenía uno traído como recuerdo de un viaje a África.
El kanga o paño africano es una tela de algodón que tiene el estampado wax tan característico y vistoso, con motivos que se van repitiendo, que es utilizado en el Este y Centro de África. Su nombre proviene en bantú del verbo ku-kanga que significa envolver o encerrar. Se trata de una tela con la que se visten las mujeres y ocasionalmente los hombres, a la que se le da muchísimos usos de falda, alfombra, toalla, mantel… y cómo no, de portabebés.
Para este último fin, lo ideal es que la tela mida de largo lo mismo que los brazos del portador puestos en cruz. La forma de atarlo es muy sencilla, ya que consiste en dos nudos, uno encima del pecho y otro debajo, colocando al niño siempre en la espalda de la madre. Esto hace que sea muy fresco ya que sólo envuelve el pecho de la persona que lleva al bebé. Por el contrario, todo el peso recae en el torso, no resultando muy cómodo para ratos largos en las mujeres occidentales. Esto se debe a que pasamos gran parte del tiempo erguidas y no reclinadas hacia delante, como muchas mujeres africanas realizan sus tareas cotidianas. Igualmente en África se utiliza con bebés recién nacidos, pero yo recomiendo utilizarlo a partir de que el bebé sujete por sí sólo la cabeza.
Os dejo un vídeo para que veáis cómo se lo pone una mamá americana:
Y una mamá africana: