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2014 Coaching personal
¿QUÉ ESPERA DE MÍ LA VIDA, HOY? (I)
En ciertos momentos me hago esta pregunta. Me ayuda a entender los momentos complicados o difíciles de mi día a día. Muchas veces tengo la sensación de que, de vez en cuando, las circunstancias se confabulan para dejar en evidencia una situación que hay que aprender a gestionar o a subsanar. Y, antes de pensar que esa presunta conspiración cósmica pretende traernos la desgracia y la infelicidad, quiero pensar que la vida lo hace para que despertemos a la realidad y para que, haciéndolo, sanemos algo que nos duele en nuestro interior, quizás desde hace tiempo. Así, momento a momento, la vida persistente y cabezota nos pone a prueba y nos obliga, de algún modo, a ir dando pasos en nuestro desarrollo personal y crecimiento, alejándonos de la complacencia y de la confortabilidad que detiene nuestro avance…
La mayoría de las veces desoímos estas señales que la vida nos manda de tanto en tanto, distraídos como estamos en nuestro ruidoso mundo y en una vida cotidiana comandada por el Ego, que no quiere otra cosa que nos adaptemos a él y le cedamos nuestro control. Y, aunque es verdad que adaptarnos al mundo no es siempre algo bueno o malo en sí -aunque demasiadas veces nos aleja de nosotros mismos y, por tanto, de la felicidad, que nunca puede hallarse fuera de nosotros- esa falta de atención a la vida esencial que nos reclama desde dentro es algo mal aprendido y, según como, peligroso. Eso nos priva de crecer como personas, a través de la realidad contundente y sus circunstancias, cuyo fin es prepararnos para la felicidad del aquí y ahora. Simplemente porque solo en el aquí y ahora está la felicidad, siempre y cuando vivamos alineando nuestros pensamientos, sentimientos y acciones en el presente y desde nuestro interior, desde el corazón. Lo contrario no nos procura más que sufrimiento, basado en el pasado que no se repetirá y que no tiene remedio y/o basándonos en las expectativas de un futuro que no sabemos siquiera si algún día llegará…
Seguirá…