Qué fácil es regular el futuro de otros cuando a ti no te afecta

Publicado el 17 marzo 2013 por Catalega @Catalega

El viernes aprobaba el Consejo de Ministros, publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado, el Real Decreto-ley 5/2013, de 15 de marzo, de medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo. Del nombre del citado Real Decreto queda una cosa clara, el Gobierno se ha propuesto el envejecimiento activo de los ciudadanos, porque no nos va a quedar otra que trabajar muchos años para poder llegar a una pensión de jubilación más o menos digna. Y es que para obtener la pensión máxima de jubilación se exigirá un mínimo de 35 años cotizados. Sí, habéis leído bien, se tendrá que trabajar durante 35 años para llegar a la pensión máxima. Hasta cierto punto podría entender esta reforma legal, pues es cierto que cada vez tenemos una sociedad más envejecida, consecuencia del aumento de esperanza de vida y la falta de natalidad ayuda más bien poco. Pero de esta medida hay un aspecto que me ha indignado, y es la falta de sensibilidad de nuestros políticos. Como comentaba ayer en Facebook y Twitter, qué fácil es regular el futuro de otros cuando a ti no te afecta, qué fácil es legislar sobre la jubilación de los demás cuando la tuya está segura. Y digo esto porque nuestros diputados y senadores solo precisan de 8 años en el cargo para tener derecho a la pensión máxima, cuando al resto nos exigen 35. ¿Por qué el Gobierno no ha empezando dando ejemplo y eliminando este privilegio? Igual ocurre con el derecho al desempleo de los miembros de las Cortes Generales, técnicamente no cobran desempleo, pero sí cobran una mensualidad por cada año de permanencia en las cámaras, con un máximo de 24 mensualidades. El salario base por mes es de 3.126 euros, aproximadamente, cantidad muy superior a un subsidio por desempleo. A esto hemos de unirle otras cuestiones ya tratadas en el Blog, como el de los viajes gratis, el de las dietas por ser diputado o senador de fuera de Madrid o el del reconocimiento a los expresidentes autonómicos. Esto es lo que permitimos los ciudadanos, así nos toman el pelo. Por eso hemos de tomar conciencia de esta situación, tomar nota y tenerla en cuenta a la hora de elegir a nuestros futuros representantes.