¿Qué fue de ellas?

Publicado el 15 abril 2015 por Jordi Martinez Aznar
Estos días se cumple un año del secuestro de 219 niñas en Nigeria a manos del grupo yihadista Boko Haram. Todavía recuerdo, aunque algo vagamente, las noticias que, durante las semanas siguientes, no pararon de salir en los más diversos medios de comunicación. Quién no recuerda aquella campaña viral llamada Bring back our girls, en la cual formaron parte personalidades mundiales, como por ejemplo la Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama. Desde numerosos puntos se pedía su libertad y ponían el grito en el cielo por las múltiples violaciones de derechos humanos en el continente negro. Todo eran aclamaciones populares y muestras de, por qué negarlo a estas alturas de la película, populismo puro y duro por parte de muchos de los participantes en esta campaña.

Pero de eso ha pasado ya un año. Desde hace varios días leo en la prensa que nada se sabe de estas 200 niñas. Obvia y desgraciadamente, se desconoce si siguen vivas. ¿Alguien ha visto alguna campaña por las redes sociales pidiendo su liberación? ¿Dónde están todos los famosos que hace un año no dudaron en ponerse ante la cámara pidiendo que fueran devueltas a sus familias? ¿Quizás es que ya se rindieron? ¿O simplemente era la opción perfecta para salir en la foto, al igual que pasó con otra campaña viral mundialmente famosa, la del Ice Bucket Challenge? Esta última también tenía su delito, ya que era o eso o donar dinero. Deduzco que todos los que se ducharon en agua helada no pagaron un céntimo, o por lo menos la mayoría de los que lo hicieron.
Pero volviendo al tema de las niñas africanas, uno se pregunta hasta qué punto todo aquello no fue una campaña de propaganda más que un auténtico esfuerzo por la liberalización de las estudiantes. Lego que en Nigeria sí que siguen haciéndose esfuerzos para ello, pero parece ser que la prensa internacional se ha olvidado de ellas, pasando a otros temas. Tampoco pretendo que se vuelquen todos los esfuerzos en este hecho, pero me pregunto si, en lugar de ser estudiantes africanas, hubiesen sido estudiantes europeas o norteamericanas, todavía se seguiría hablando de ellas.