Los blogs no han muerto, este post es una prueba de ello, pero tal vez su espíritu sí lo haya hecho. Como concepto, un sitio en el que opinar o aportar contenidos más o menos personales o tematizados, han dado nombre a cualquier sección con firma de un periódico digital, difuminándose la barrera entre medio y persona.
En realidad, algunos blogs se han hecho tan grandes que son medios más como cualquiera de las redes WeblogsSL o Hipertextual, o han acabado integrados en uno, como Microsiervos con La información.
Los blogs más pequeños, como el mio, han bajado el nivel de actualizaciones al utilizar otras redes sociales como twitter o facebook para compartir contenido de otros. Lo que antes subíamos en forma de post con o sin comentario adicional, ahora lo compartimos allí.
Pero antes los bloggers mantenían dos conversaciones, la que surgía en los comentarios y la que se creaba a partir de un post o un tema y continuaba en el post de otro blog. No hacía falta que le enviaras tu pregunta a otro bloguero directamente, ni siquiera que escribieses un comentario en su post. Bastaba con citarle en el tuyo, y añadir un enlace a su blog, para que se diera por aludido y comenzara el diálogo.
Incluso existían los "memes" con forma de post en los que planteabas un juego o pregunta y "retabas" a otros cinco o seis bloggers a continuarlo en sus blogs, usando como llamada tan solo los links a sus blogs enlazados a sus nombres.
Las herramientas de alerta y analíticas de tráfico eran suficiente. Y las ganas de conversar hacían el resto.
Y ese era parte del secreto del éxito en el SEO. Los links entrantes y salientes, que iban engordando la relevancia de los sitios y trasladando lectores de uno a otro sitio para seguir las conversaciones.
¿Qué ha sido de eso?
Ahora, muchos de los bolgs están tan automatizados que no prestan atención a eso. Otros, son microcelebritys que evitan a toda costa linkearte, para no desviarte tráfico y para no darte page rank, precisamente dos cosas que fueron fundamentales en el boom de la blogosfera. Están cayendo en los mismos errores que los medios tradicionales a los que tanto criticaban.
En realidad, muchos de los que presumen de 2.0 son más 1.0 que nadie. Hablan pero ya no escuchan a los demás. Mi blog no es importante, aunque otros en los que escribo sí lo son, y aunque mantengo mi costumbre de citar y enlazar, hace años que no recibo ningún comentario, aunque sea por cortesía, de los citados. Será que ya no tienen tiempo, o no lo considera cool.
Por eso, cuando veo que algunos amigos como Ramón, continúan esa vieja tradición, y responden a un post como Españoles, la crisis ha terminado con su propia versión de los hechos, bajo el título ¿De verdad hemos tenido una crisis? hace ilusión, y me hace pensar que los blogs no han cambiado. Han cambiado otros.