Qué fuertes son los niños

Por Belen

Hay que ver qué fuertes son los niños. Mi hijo empezó a tener fiebre el viernes por la noche, y así se ha pasado todo el fin de semana. Ese ha sido su único síntoma, al menos que viéramos nosotros, porque se ha negado en rotundo a admitir que estaba malito. Sabíamos casi al 99% de posibilidades que las anginas nos estaban jugando otra mala pasada, pero sin diagnóstico médico ¿qué hacer?, ¿ir a urgencias?, no gracias. No por nada, sino porque el niño no tenía un mal estado general, tenía fiebre sí, pero nada más. Así que esta tarde le ha visto su pediatra, su diagnóstico "tiene la garganta llenita de pus, ¿me dices que hoy no tiene fiebre?". Pues no, increíble pero cierto, la última dosis de ibuprofeno se la di a las 22,30 horas de anoche. Desde entonces ni una décima. ¿Cómo es posible? Este niño es un toro, no hay duda, por si solo está expulsando al virus o bacteria, no hay otra explicación.
Al pobre le desperté de la siesta, iba como un zombi a la consulta, y me consta que iba dolorido, se quejaba y lloriqueba, y no por miedo, porque adora a su médico. Se quejaba de dolor, pero no ha consentido confesarme dónde le dolía. Cuándo el pediatra le reconocía y hablaba con él tampoco ha querido confesar. Pero las evidencias eran claras ¡¡¡placas!!!, otra vez. Y es que desde que el año empezó ya las hemos sufrido al menos una vez por mes, llevamos tres meses... pues tres veces. Todo ello seguido de su tratamiento antibiótico, la tos perruna, el cuerpo flojillo, etc, etc, etc.
Y solo cuando ya íbamos a la farmacia a por su medicina me lo ha dicho, "mamá me duele la garganta, no quiero ir a clase de música, quiero irme a casa". ¡Válgame Dios! Qué duro es este niño. Y ahí está el pobre, quietecito viendo dibujos, algo poco habitual en él, no en lo de ver dibujos, sino en lo que estar quietecito.
Otra cosa curiosa a tener en cuenta, ¿por qué los niños siempre se ponen malos al principio del fin de semana? cuando ya no hay pediatra, cuando no podemos tratarlo desde el inicio de los síntomas, cuando hace un fin de semana bueno y soleado, ¿otra vez la ley de Murphy... infantil?