Qué hacer con las sobras de Navidad

Por Mamayasecocinar

Es inevitable, se repite un año tras otro. En nuestro deseo por agradar, solemos comprar y cocinar mucha más comida de la que finalmente consumimos en las fechas señaladas de navidad. Tal y como están las cosas, no vamos a tirar la comida, pero tampoco apetece andar repitiendo pavo o langostinos después de los atracones que nos hemos dado. ¿Qué hacemos entonces con las sobras de Navidad?
La respuesta es muy sencilla y se llama echarle imaginación. Toda esa comida que nos queda en el frigorífico puede tener una segunda vida bajo un disfraz muy distinto. Es relativamente sencillo crear recetas que tengan como base lo que nos ha sobrado de esas pantagruélicas cenas y que no se parezcan en nada a ellas. ¡Incluso podemos crear platos muy ligeros si nuestro estómago anda algo delicado!
Si es este el caso y los días posteriores te apetece comer poco o algo que no te llene demasiado, podemos echar mano de dos opciones muy socorridas: sándwiches y ensaladas.
El pavo navideño es una excelente base para crear sándwiches deliciosos y de fácil preparación. Un par de rebanadas de pan de centeno untadas con una crema de queso, unos canónigos, unos trocitos de manzana verde cortada en rodajas finas, y ya tenemos un acompañamiento perfecto para ese pavo. Un sándwich ligero y sabroso que nos permite crear con las sobras una merienda o un tentempié para el mediodía.

Otra receta con la que podemos camuflar el pavo o cualquier carne similar que hayamos cocinado para estas fechas y darle una segunda vida con sabor totalmente distinto es la de aguacates rellenos con ensalada de pavo o pollo. Su preparación es realmente sencilla y resulta en un plato refrescante, ligero y diferente, que nos distancia de esos tan pesados propios de la navidad. Ponemos a marinar en limón con una pizca de sal una cebolla roja cortada y la tenemos 10 minutos. Mientras tanto, cortamos un tomate en rodajas y picamos un poquito de cilantro. Luego, lo mezclamos todo, las cebollas, el tomate y el cilantro, junto con un chorrito de aceite de oliva. Agregamos, desmenuzado, el pavo o el pollo que nos sobró y ya tenemos la ensalada, la cual simplemente tenemos que ajustar de sal y pimienta. Luego pelamos los aguacates y los cortamos en mitades, cada una de los cuales se rellena con la ensalada y se presentan sobre unas hojas de lechuga o rúcula. Ya tenemos un plato ligero y resultón, cuyo saber diferirá totalmente al del pavo o pollo relleno que habíamos preparado para navidad.

La cosa puede resultar algo más complicada si para la cena navideña hemos cocinado un pescado o tenemos un ejército de langostinos sobrantes en el frigorífico, pero no hay por qué alarmarse. También podemos disfrazar a nuestros preciosos tesoros del mar y consumirlos de un modo totalmente diferente.
Podemos optar por realizar una quiche, de forma que con la masa, la nata, la verdura, y el queso, creamos una textura y sabor totalmente distintos. Otra posibilidad es mezclar ese pescado y esos langostinos formando un relleno que podemos utilizar para cocinar una receta que tenga como base los pimientos de piquillo, un alimento con sabor fuerte y suficiente personalidad como para que no nos parezca que repetimos menú.
En definitiva, no hay necesidad de que, si hemos tenido un importante excedente en nuestros platos navideños, tengamos que andar varios días repitiendo para gastarlos. Basta con que busquemos una forma imaginativa de darles un nuevo uso, y de este modo lograremos combinar un menú variado y delicioso con el ahorro que supone reutilizar las sobras de los platos cocinados en estas fechas especiales.