Toda la vida nos han dicho que ni bien alcemos nuestra voz DIOS va a responder y acudir a nosotros, pero cuando empezamos a estar en medio de la tormenta, es ahí cuando descubrimos que nuestro salvador pareciera que se hace de la vista gorda. Y aunque continuamos clamando por aquello que necesitamos, nuestra intensidad va disminuyendo poco a poco. Nuestras fuerzas parecen comenzar a irse y nuestra fe a menguar poco a poco.
Yo soy testimonio de lo que es luchar contra la dura espera de aquello que deseas que sea cumplido cuanto antes. Estuve en el lindero en el que veía agotarse mi fe y comenzaba a darle paso a la duda. Mi mente en ocasiones dibujó pensamientos de un DIOS que no me respondía porque yo era demasiado pecador, y que jamás se acercaría a mi. Más aquel que lo conoce todo, él consolador nuestro, siempre estuvo a mi lado aunque yo comenzaba a ser infiel, y en su gran amor me enseñó a esperar EL TIEMPO DE DIOSEl primer fragmento de testimonio le pertenece a mi amiga Lali Hernandez. Ella y su familia afrontaron una situación muy complicada al descubrir una grabe enfermedad en la menor de sus hermanas, ¿Y que hizo cuando parecía que DIOS se había olvidado de ella y su familia?
Siempre le recordaba a mi mamá que nuestra confianza estaba en Dios. Nos poníamos a orar y yo sin ganas y triste seguía sirviendo en la alabanza, porque a pesar de todo, quería seguir adorando. Y pues mi hermanita siempre me decía que no tenia miedo, que si moría o vivía de las dos formas ella salía ganando porque si moría estaría con DIOS, y si vivía con nosotros. De verdad que ella era la más fuerte de todos. Hasta que poco a poco mi mamá entendió y en lugar de ponerse mal por cada diagnóstico se ponía a orar y comenzó a confiar en DIOS; y hasta mi Papá comenzó a creer.
Yo tomé una postura de confiar plenamente, y si Dios no me respondía lo iba a hartar orando. Pero al final uno entiende que lo mejor es que su voluntad se establezca. Y cambié mi oración, y no te miento, lo hice con miedo, sabiendo que posiblemente su voluntad fuera llevársela. Pero comprendí que aún a los ojos físicos fuera algo injusto, su voluntad siempre es buena, agradable y perfecta. NO FUE FÁCIL LLEGAR A ESE PUNTO. Pero comienzas a cansarte de luchar con tus fuerzas y sientes que te ahogas, y es cuando recuerdas que aún cuando Él está guardando silencio, Dios esta ahí. Es muy difícil, y uno llora tanto que siente que ya no hay más lágrimas para derramar, y más cuando te dicen que solo le queda un año de vida (Uuuf). Pero Dios ha sido bueno y mi hermanita el próximo año ya cumple 18 años y ESTÁ LIBRE COMPLETAMENTE DEL CÁNCER.
¿Nada fácil verdad? Hablar es una cosa y vivirlo es otra. Tener este tipo de confrontamientos con una realidad que te golpea hasta el alma, ha hecho que muchos cristianos terminen negando su fe y apartándose de DIOS completamente. ¿Será justo? Pues no lo es, aunque parezca que sí. Y no es que increparle a DIOS por lo que estamos viviendo, y de su ausencia, sea pecado, pero mientras ello no nos lleve a blasfemar y a torcer nuestro camino, todo puede surgir con bendición.Te dejo ahora con la segunda participación en este artículo por parte de mi amiga Jessica Reyes. Lee con mucha atención sus palabras y llenate de valentía para seguir siendo fiel y esperando aunque parezca que DIOS te olvidó.
Muchas veces nos preguntamos ¿Por qué razón Dios no nos contesta? ¿Por qué razón se queda callado Dios? A muchos nos gustaría que Él nos respondiera según nuestra voluntad y deseos… pero, la forma de actuar de Dios es diferente. El conoce el pasado, el presente, y el futuro (Hebreos 13:8). Dios nos responde aún con el silencio. Debemos estar dispuestos a escucharle y esperar en Él. “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos son mis caminos, dice el Señor. Cuanto son los cielos mas altos que la tierra, tanto están mis caminos por encima de los vuestros.” (Isaías 55:8-9) “Pues Yo conozco mis designios para con vosotros, dice el Señor, designios de paz y no desgracia, de daros un porvenir y una esperanza” (Jeremías 29:11) Un hombre debe comprender lo que significa el divino silencio y rendirse a los caminos del Señor y orar.