Alguno de los remedios caseros para el resfriado en el embarazo puede ser una inhalación de vapor para la congestión, gárgaras con agua salada para la garganta, o una bebida de agua caliente, limón y miel para la tos y el dolor de la garganta. Pero lo principal es hacer que la fiebre remita y baje, por lo que se pueden aplicar paños tibios en tobillos y manos, entre otros remedios.
Sí se pueden tomar medicamentos en el embarazo, aunque hay algunos que no se recomiendan, como la aspirina en el primer trimestre o los antibióticos que no ayudan. Puede ser necesario el ibuprofeno, medicamento recomendable en el embarazo en ciertas fases pero no en todas, el paracetamol suele ser la primera elección, o penicilina según el caso, o el que sea, pero siempre aconsejado por el médico que observe a la embarazada.
La decisión de ir al médico se produce si es una molestia persistente y no se encuentran signos de mejoría, ya que podría además haber alguna otra complicación. El médico será el que indique lo que mejor viene para el embarazo. Generalmente no hay problemas en el bebé si se produce resfriado en el embarazo, pero es algo que se debe tratar si no mejora.