Mi primera inmersión en las ciudades que visito por primera vez, es descubrirlas al azar, al vuelo, de un modo desordenado y creativo. Me gusta empezar a caminar sin rumbo, o más bien hacia el "centro", pero sin un itinerario prefijado, y resulta que así descubres cosas inesperadas o rincones sorpendentes.Pero el segundo día, ya tienes que decidir, optar por las cosas que más te interesan, y en todo caso hacer una visita panorámica. En Frankfurt tuve la suerte de contar con una invitación para probar el típico Stadtrudfahrt , con el autobús de dos plantas Hop On Hop Off, que se está convirtiendo en un éxito en las grandes ciudades europeas, porque realmente de un modo accesible te permite recorrerlas, permitiendote bajar en los puntos de interés más importantes, y poder volver a subir para continuar con el recorrido.
En el caso de Frankfurt, la empresa ofrece dos itinerarios , el rojo y el verde. En el primero, tienes una aproximación mayor al centro histórico y a sus monumentos más importantes, como el Römerberg, la Catedral, la casa de Goethe, la plaza de Willy Brandt, la MuseumsUfer o la zona de la Feria y la estación de tren (si no has venido en este medio de transporte, vale la pena bajar a verla). En cualquiera de las paradas puedes iniciar el itinerario que dura una hora, con salidas cada 30 minutos.
Estación de tren de Frankfurt, según Max Beckman en el Städel Museum de la ciudad
Römerberg
La ruta verde, en cambio, está orientada a conocer el Skyline, no sólo hace un recorrido por las bases de los edificios para verlos de cerca explicándote su historia y detalles técnicos, sino que te lleva a puntos desde donde puedes apreciar la silueta del conjunto de edificios que hablan de la modernidad de Frankfurt, y de su principal actividad que es la bancaria y financiera. Este recorrido en verano, no parecía muy solicitado, y tienes que informarte bien con los conductores sobre los horarios.
Monumento al Euro enfrente al Banco Central Europeo
Pero lo que está teniendo mucho éxito, dentro de este mismo producto , es el Walking Tour, un recorrido que se hace a pie desde la PaulsKirche por el centro histórico, y que te permite acaso tener una noción de lo que Frankfurt fue antes de la guerra.El billete para este CitySightseeing de 3 rutas cuesta 19 euros por persona, y si lo compras on line 16,95; y los niños 9, o 7,90. Como sabeís en estos autobuses se tiene acceso a una explicación del recorrido, via unos auriculares, en 9 idiomas (además del alemán), entre los que se incluye el ruso y el japonés.PASEO EN BARCO POR EL MAIN
Otro paseo muy recomendable es el paseo en barco por el río que baña frankfurt con la compañía Primus Linie. Tiene dos recorridos que duran 100 minutos en total, aunque puede optar sólo por uno de ellos. El paseo empieza en el embarcadero abajo del puente de hierro, un encantador lugar, donde vale la pena detenerte en su barcito para esperar al barco. Esta empresa es una empresa señera que realiza diversos recorridos por este río tan importante en el sistema fluvial europeo ya que gracias a una faraónica obra de dragado es el nexo que conecta el Rhin con el Danubio. El Main no es un simple río que baña una ciudad y le da ese aspecto tan agradable y bucólico que tienen las ciudades atravesadas por un río caudaloso, es un río que tiene una intensa actividad comercial, y cada tanto tus visiones turísticas se ven alteradas por pasos de barcos peculiares cargados de combustible, carbón o mercancías.
En efecto en la ruta que va al este puedes ver su puerto comercial lleno de contenedores, y comprendes la fuerza económica que tiene este caudal de agua. En esa parte es dónde el barco da la vuelta para retornar al centro de la ciudad, y es cuando tienes las vistas más bonitas del Skyline.
El barcito en el muelle de la Primus Linie
El otro recorrido que vá hacia el oeste, sentido Griesheim, te permite ver varias áreas de viviendas de lujo sobre el río, y la particular zona de Gutleutviertel, condicionada o "decorada" con una particular usina de fabricación de energía llamada Heizkraftwerk West, que da una imagen extrañísima de cómo se ensamba una estructura industrial tan fea dentro de una ciudad. En efecto, desde el río puedes ver una especie de brazo de una grúa que es la que canaliza el carbón que llega en barcos a la fábrica.
La chimenea de la Heizkraftwerk
Desde el barco llegando a la Westhafentower
El recorrido del tour de Primus Linie es placentero (aunque ese día me tocaron unos inusuales 38º). Los barcos tienen servicio de bar, y además puedes alquilarlos privadamente para fiestas y eventos. No menos interesantes son los itinerarios que realizan en excursiones de un día, saliendo de Frankfurt, de los que yorecomendaría las incursiones en el Rhin, que comentaré más adelante, ya que yo recorrí ese río en un estupendo viaje desde Rüdesheim.