Oia: la postal de Santorini
Su atardecer es tapa de guías de viaje, fondo de pantalla de computadoras de oficina, un lugar ideal para proponer matrimonio -nadie puede decir que no en este paraíso de casitas blancas y un azul profundo-, y su fonética se parece al saludos de los teletubbies. Lo malo: hay personas que hacen guardia para inmortalizar el amanecer donde el trípode más grande gana. Y ahí se paran como soldados. Un dato: por lo general, los bares tienen todo reservado para ver el atardecer por lo que te avisan que podés estar hasta las 17.30hs, después si no tenés reserva te tenés que ir. El que avisa no traiciona, dicen los mozos griegos.
Fira: una excelente combinación entre puestas de Sol, gastronomía y paseo de compras
Es la capital de Santorini y el punto con más movimiento de la isla. Vistas increíbles combinadas con callecitas empedradas, personas que van y vienen, locales que ofrecen productos típicos y decenas de variantes para sentarse a comer.
Para relajarse y disfrutar de sus panorámicas tomen una buena bocanada de aire fresco, esquiven a los burros -y su olor- y suban que vale la pena el esfuerzo. Al igual que en Oia, pero con bastante más espacio, hay cantidad de personas que deambulan por sus calles. Otro dato: conviene comprar souvenirs en los supermercados que son bastante más económicos. Por ejemplo, el pack de seis jabones de aceite de oliva sale un euro -en el centro de Fira un jabón sale 3 euros-.
Si después de subir y bajar o de buscar la foto perfecta -si salís mal ahí sos feo-, y tenés hambre sugerimos que vayas a "Niky" y pidan el calamar XXL acompañado de papas al horno.
Perissa: pueblo con playa de arenas negras
Es muy fácil llegar a Perissa -sur de Santorini- desde Pyrgos: el bus sale desde la plaza principal cada media hora y tarda 20 minutos en llegar. Si están muy ansiosos como para esperar el bus o lo perdieron un taxi sale 15 euros -siempre negocien la tarifa antes de subir-.
Periya -así lo pronuncia el chico que vende los tickets arriba del bus-, antiguamente era un pueblo de pescadores. Hoy está pensado para el turismo: una larga calle frente a la playa ofrece bares, restaurantes, y hoteles para todos los gustos y bolsillos.
La estrella del pueblo es su playa de arena volcánica negra que tiene unas piedritas que necesitan de un calzado cómodo y que van creciendo de tamaño a medida que te acercás al agua. Llegamos temprano por la mañana y en el mes de mayo -agua fría-. Dicen los locales que en agosto cuando sube la temperatura es imposible caminar por allí aunque el agua sigue siendo fría para lo que estamos acostumbrados en Sudamérica.
Recomendado: tomar algo en bar Tranquilo, un típico bar playero con onda reggae donde abunda la madera, las banderas colgadas y gente con rasta. Allí sirven excelentes tragos y platos abundantes. Prueben la ensalada griega que es para compartir.
Playa Roja o Red Beach
Si van desde Pyrgos pueden caminar hasta Santo Wines y tomar un bus que va desde Fira hasta Akrotiri. Se van a chocar con un enorme paredón con varios tonos de rojo -es como si hubiesen rebanado parte de una montaña-, lo que quedó de un volcán que erupcionó hace 3600 años. El acceso a esta playa sino es por agua es dificultoso ya que hay que subir por unos cuantos escalones irregulares de piedra. Si tenés entre 20 y 35 años y un estado físico aceptable no vas a tener problemas. Si van con nenes o con gente mayor es más fácil llegar por agua -que sepan nadar por las dudas-.
Ya en la playa el suelo está formado por piedras diminutas que parecen granos de pimienta roja y negra, sobre el paredón hay carteles que advierten peligro de derrumbe y un alambre marca el límite entre lo peligroso y lo que no lo es. Muy cerca pueden hacer la excursión en kayak. A pesar de lo incómodo por la cantidad de piedritas es un lugar que vale la pena solo para contemplar su geografía y tomar unas Mythos bien frías.
Paseo en kayak: flotar en aguas volcánicas
Una manera distinta de disfrutar las playas del sur de la isla: aguas cristalinas, playas volcánicas y lugares a donde solo se llega con kayaks. Haris y su equipo hacen que tu paseo sea inolvidable. Te contamos nuestra experiencia
Pyrgos: un pueblo encantador en lo más alto de la isla
Una de las perlas del viaje y donde nos alojamos: un pueblo medieval en lo más alto de Santorini. Atardeceres tranquilos con más locales que turistas, gastronomía de película -el mejor pulpo al vinagre del planeta-, los restos de un castillo, y tardes para reflexionar con una copa de vino blanco en la mano: de dónde venimos, a dónde vamos y por qué existimos o dejamos de existir.
El mejor vino de Santorini: Bodega Domaine Sigalas
Para terminar el listado de imperdibles y si les gusta el vino hacer la cata con la bodega Domaine Sigalas es lo más parecido al paraíso. Situada en el norte de la isla de Santorini, entre viñedos, están los mejores vinos de la isla. Pyros -enólogo- se encarga de explicar cuáles son los vinos rojos, rosados y blancos que ofrece la bodega fundada en 1991, y que produce más de 200mil botellas al año. Todo acompañado de excelente comida tradicional griega. En síntesis, tres horas de placer absoluto y una fiesta para los sentidos.
Cómo moverse en Santorini
Nosotros usamos los buses con los que podés recorrer la isla de norte a sur. Otra opción es alquilar un auto o tomar taxis. Todo depende de las ganas de manejar, la disponibilidad económica, si querés esperar el bus o subirte a un taxi.
Para ver la tabla con horarios de los buses hacé click aquí. Para descargarla hacé click aquí.
Dónde alojarse en Santorini
Nos alojamos en Pyrgos por un tema de tranquilidad para escapar de la horda de turistas. Fira -centro de la isla- tiene precios más elevados que Pyrgos, y Oia -el lugar de la postal- es más caro todavía. Alojen donde se alojen Santorini es increíble.
Para saber más del Luna Santorini Suites, hacé click aquí.
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