¿Qué haces cuando sientes miedo?

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Por Vanessa Carreño Andrés

Estos días estoy sintiendo miedo.

He discutido con alguien y eso me ha revuelto mucho.

También hay rabia, tristeza, impotencia... pero, sobre todo, es miedo.

¿Miedo a qué? Pues a que me vuelvan a hacer daño, a sentirme rechazada, a sentirme vulnerable, al cambio...

A muchas cosas, pero aún ando en desgranar eso.

La cosa es que tengo miedo.

Fíjate que, de las emociones básicas, creo que el miedo es la que menos reconocemos.

Nos sentimos mal, preocupadas, inseguras... pero no llegamos a ponerle nombre, a decir "esto que siento es miedo".

Como si el miedo fuera cosa de niños. Como si los adultos no pudiéramos tener miedo.

Y sí, claro que podemos. ¡Y claro que lo tenemos!

El miedo está muy muy presente en nuestro día a día (y, si no me crees, recuerda las cosas que te han pasado estos días y seguro que encuentras más de una situación en la que actuaste desde el miedo).

Por ejemplo...

Alguien que no toma decisiones, que se deja llevar por la corriente, tal vez esté viviendo desde el miedo a equivocarse...

Alguien que duda mucho, que le da mil vueltas a la cabeza y no sabe qué hacer, también está en el miedo.

Igual que alguien que desconfía mucho de los demás y que siempre piensa mal de sus intenciones...

O alguien que se calla lo que piensa, que se pone una máscara, que no se muestra como es o no pide lo que necesita, también está en el miedo.

Llámale angustia, ansiedad, incomodidad o darle demasiadas vueltas a las cosas, pero es miedo.

Y el miedo no es buen compañero de vida. Un poco de miedo, en situaciones puntuales o cuando te pasa algo que te saca de tu zona de seguridad, está bien, es sano.

De hecho, muchas veces el miedo te muestra el camino...

Pero vivir con miedo, no. Porque el miedo arrasa con todo. Se lo lleva todo y no deja nada a su paso.

EL PODER DEL MIEDO

La Peste se dirigía a Damasco y pasó velozmente junto a la tienda del jefe de una caravana en el desierto.

-¿Adónde vas con tanta prisa? - le preguntó el jefe.

-A Damasco. Pienso cobrarme un millar de vidas.

De regreso de Damasco, la Peste pasó de nuevo junto a la caravana. Entonces le dijo el jefe:

-¡Ya sé que te has cobrado 50.000 vidas, no el millar que habías dicho!

La Peste le respondió:

-No. Yo sólo me he cobrado mil vidas. El resto se las ha llevado el Miedo.

Anthony de Mello

Y yo, que con mis coachees y conmigo misma trabajo tanto la aceptación y la compasión (porque no hay autoestima posible sin ellas dos), me encuentro con que el otro día una de las mujeres con las que estoy trabajando me pregunta si debería escuchar lo que siente, ser compasiva y permitirse dar un paso atrás, o debería afrontar el miedo y dar un paso adelante.

¿Tú qué crees? Cuándo una situación te genera miedo, ¿tienes que respetar eso que sientes, ser compasiva contigo misma y retirarte? ¿O más bien se trata de tirar de ti, motivarte, llenarte de recursos y hacer eso que sabes que te da miedo?

Por ejemplo, como en mi caso ahora, que siento miedo de volver a encontrarme con la persona con la que he tenido este conflicto, ¿tendría que dejarlo estar sin forzarme o tendría que animarme a verle y enfrentar la situación?

Me encantará saber qué opinas tú en los comentarios aquí debajo.

Ya te adelanto que no hay una única respuesta correcta, que depende, y que la solución válida es la que nace de ti, de tu parte más auténtica y de escuchar lo que necesitas dentro de ti.

Fuente: https://coachingtobe.es/que-haces-cuando-sientes-miedo/