María Angelica González
Revisando los noticieros de canales privados, uno ya intuye por donde vienen los tiros ahora. No hace falta ser vidente para saber que el plan cantado por el terrorista Lorent Gómez Saleh está en marcha. Lo único que esta vez creo que los objetivos no están en las filas revolucionarias y ojo que ya transitamos por ese camino oscuro de masacrar personas para inculpar a chavistas. ¿Acaso ya olvidamos la satanización que se hizo de los Círculos Bolivarianos?
Destacan los informativos que varias comisarias han sido asaltadas y lo único que se han llevado son las armas de la Policía. Además dejan colar que los responsables serían miembros de “colectivos sociales”, como que alguien va a ser tan obvio de identificarse durante la comisión de un delito. Además resulta absurdo que unos maleantes entren como Pedro por su casa a un centro policial y lo desvalijen así no más ¿quien se va a comer ese embuste?
Por otro lado subrayan el homicidio de varios funcionarios policiales y vemos a unos agentes declarando su descontento con las condiciones de trabajo y el estado de indefensión en que se encuentran. Habría que investigar muy bien este asunto porque aquí huele a conspiración con participación de miembros de organismos policiales. De hecho en el caso Robert Serra y de su compañera María Herrera fueron apresados unos Policaracas quienes fueron imputados por homicidio en grado de cooperadores y asociación para delinquir. Estos elementos se habrían encargado de cuidar la zona para que los homicidas hicieran su trabajo sin ningún inconveniente. Sin duda que la derecha hace rato tiene penetrados los cuerpos policiales.
Y algo todavía más sospechoso nos resulta la defensa a ultranza que hacen los representantes del partido Copey del Cuerpo de Investigaciones Criminalísticas a quien califican del único ente del estado que está apegado a la institucionalidad. Tanta defensa lo confunde a uno. Según los copeyanos los funcionarios del CICPC están siendo presionados por el gobierno nacional para manipular las investigaciones de manera de implicar a dirigentes opositores y así desatar una persecución política. No hay mejor resguardo que el ataque y esta visto que la derecha venezolana siempre va a evadir sus crímenes culpando a la revolución. ¿Cuando vamos a aprender?
Periodista
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