El suicidio puede llevar a tres resultados:
- Sobrevivir
- Muerte
- Estado Lerele
La primera es el resultado de llamar la atención sin verdaderas ganas de morir. Es cuando uno decide suicidarse tomándose cuatro pastillas de Aero-red, induciéndose un coma etílico con una San Miguel 00, intentado taparse la nariz para no respirar, sumergirse en una bañera sosteniendo en sus manos una radio a pilas o lanzarse contra una pared en bicicleta.
El segundo resultado, la muerte, se consigue con tesón y ves que el suicida ya apunta maneras: Lanzarse desde un doceavo piso con la boca llena de cuchillas de afeitar, lanzándose a la vía del tren mientras sangra por los cortes en las muñecas y los tendones de los píes, yendo en coche a 200 km por hora con la boca llena de avispas, comiendo un revuelto de frijoles con tachuelas al Oporto, huntándose de miel en un campo de abejorros, yendo al campo con un traje hecho de lonchas de jamón y entrando en una madriguera de osos para pegar capones a los oseznos, usando dilatadores anales y encerrándose en una jaula de topos con el culo en pompa...
El tercero es cuando uno se hecha atrás en plena acción: tirándose desde un acantilado y moviendo los brazos para volar a mitad de la caida, tomándose un vaso de Salfumant e intentar vomitarlo, poniendo el tubo de escape en el interior del coche y quedarse corto de gasolina, lanzándose a las vías de tren esperando el AVE y tirarse cuando pasa el cercanias...
Solo la Muerte es el "aprobado" del suicida. Pero, ¿qué nos espera al otro lado de la vida?
La resurreción es un despropósito ya que, si eso fuera cierto, volveríamos a la vida todos, es decir, desde el hombre de las cavernas hasta la actualidad. Seríamos trillones de personas en el Mundo. Y es más, ¿Cómo resucitaríamos? ¿Con la edad en que fallecimos o todos jóvenes? ¿ También resucitaría la gente a la que odio? No se sostiene.
La reencarnación es la putada de la vida. Puedes reencarnarte en un millonario, un atractivo seductor o un importante científico de la Humanidad. Pero también puedes reencarnarte en cosas tremendamente absurdas y sin gracia: El escarabajo pelotero con su bolita de mierda arriba y abajo, en un moscardón de la acelga cuya vida máxima es de tres días, en una rata arbellonera con caries, en un disminuido físico o mental y...lo peor de todo...lo más terrible...que nuestra vida sea un loop eterno y, siempre que muramos, nos reencarnemos en nosotros mismos con la misma vida, los mismos fallos y todo ello sin acordarnos de nada. Escalofriante.
Otra cosa absurda que no merece más atención es la de reencarnarse en algo idiota: Una uña, polen, moho de los árboles, rana de acequia, pitilo de una flor, caballito de mar....
Dispuestos a soñar y encontrarme con un Dios benevolente me gustaría que en la otra vida todo fuera de azúcar, chucherias y chocolate. Acabo de sentenciar a los diabéticos al infierno. Pido mil perdones.