Revista Europa

Qué hicieron dos palomas para merecer su nombre en una calle de París

Por Oviversai

Érase una vez, allá por el siglo XIII, que vivía en París una pareja de palomas. Pasaban sus días, con idas y venidas, en la bien llamada Calle de la Paloma, o, si lo queremos decir a la francesa, Rue de la Colombe.

Yo aquí quiero contaros la historia que fue corriendo de voz en voz por las calles de París con el paso de los años. Pues no es cosa pequeña sobrevivir al paso de los siglos.

Para ponernos en contexto, en una de las casas de la Calle de la Paloma vivía un escultor que trabajada a pocos metros de su casa, pues su “despacho” era nada más y nada menos que la Catedral de Notre Dame. Pero volvamos a las palomas.

Qué hicieron dos palomas para merecer su nombre en una calle de París
Portal del edificio de nuestra historia.

La susodicha pareja de enamorados pasaba su día a día muy atareadamente. Un mosquito por aquí, una mosca por allá, que tengo sed y me acerco al Sena a por un traguito de agua…

Hasta que un día, un desafortunado día, el edificio donde vivían de la Rue de la Colombe se derrumbó.

¡Ay! ¡Pobres palomas! ¡Qué desdicha la suya!

Pues habían quedado sus pequeños cuerpos separados por una montonera de escombros y piedras.

Ante tal derribo, fueron llamados unos aplicados albañiles, pues había que despejar la calle de tal destrozo.

Y cuál fue la sorpresa de estos trabajadores y perspicaces hombres, que durante su ardua labor en suelo parisino, alzaron la cabeza, y bien observaron las idas y venidas de una de las palomas a los escombros que estaban desalojando.

¡La paloma estaba alimentando a su compañera a través de un agujero del edificio desplomado!

Eso sí que es un amor perseverante, y los albañiles fueron sensibles a este amor. Dieron con el agujero y no dudaron en quitar rápidamente los escombros que tenían atrapada a una de las palomas.

Una vez liberada, la pareja se reencontró en el cielo y alegraron la vista de los presentes con múltiples cabriolas. Tal era la alegría de dos seres alados, enamorados y con ganas de vivir.

FIN

Qué hicieron dos palomas para merecer su nombre en una calle de París
Placa que nos cuenta todo lo que ha ido sucediendo por esta calle tan emblemática.
  • Como apunte algo más histórico, el trazado de la Rue de la Colombe es romano.
  • Se sabe con precisión que el edificio fue construido a finales del siglo XIII porque fue encontrado entre sus paredes un esqueleto de un gato que data de ese siglo.
  • Durante la Edad Media y hasta el siglo XVII hubo una ferviente tradición. Los recién casados llegaban a esta calle con promesas y juramentos de amor. Finalmente, esta práctica se acaba prohibiendo, pues la iglesia de Notre Dame la considera de carácter pagano.
  • Este edificio fue el único de la Rue de la Colombe que sobrevivió a la reforma urbanística de París del barón Haussmann.
Qué hicieron dos palomas para merecer su nombre en una calle de París
El edificio de nuestros protagonistas con su actual restaurante.

Si os ha gustado leo vuestra opinión en los comentarios.


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