¿Qué impulsa a Irán a aceptar los acuerdos con EUU y Europa?

Publicado el 20 enero 2016 por Polikracia @polikracia

Hasán Rohaní, nacido en 1948, es desde el año 2013 el presidente de la República Islámica de Irán y es considerado hoy en día una persona atípica, por ser uno de los pocos que ha sido capaz de preservar la ideología conservadora del Ayatola Alí Jameini y al mismo tiempo defender una postura impensable para Irán, la de abrirse al mundo y relacionarse con países desarrollados, entre ellos EEUU.

Desde 2013, Rohaní ha estado intentando impulsar los acercamientos con Europa y sobre todo aprovechando la presidencia de Obama en busca de un tratado nuclear favorable a su país. El actual presidente y  aun entonces, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, fue el negociador en los diálogos sobre el tema con el Reino Unido, Francia y Alemania entre 2003 y 2005. La línea dura de la política lo señala como traidor, sin embargo, críticos más moderados aseguran, que gracias a dichos diálogos, se ha abierto la posibilidad de que hoy Irán trate con Estados Unidos en una relación directo…pero cuales son las principales razones para que Irán haya aceptado el acuerdo con EEUU.

  • La primera y más urgente sin duda: mejorar la situación económica de Irán

Entre los años 2003 y 2005 según el periodista del Financial Times, Nahmej Bozorgmehr, Irán pudo darse el lujo de eludir los comentarios de sus opositores internacionales porque el precio del petróleo estaba disparado.  Además de ello Irán, se encontraba en una situación privilegiada ya que Europa y sobretodo EEUU le  necesitaban como País aliado para poder luchar contra el desastre en Irak y Afganistán. Sin embargo, la reciente caída del precio del petróleo (que previsiblemente continuara así en 2016) y el efecto de las sanciones provenientes de Europa y Estados Unidos pusieron a Irán en una situación delicada. Justo cuando esto comenzó a hacer mella en la situación económica, en 2011, el gobierno iraní decidió comenzar a impulsar las negociaciones. Con el levantamiento actual de las sanciones, Rohaní podría liberar cerca 100 mil millones de Dólares del petróleo congelados en bancos internacionales y la economía nacional se revitalizaría gracias a la resurrección de los tratos comerciales con Europa y Estados Unidos y la consecuente ampliación de las plazas de trabajo.

Otras razones que tenemos que incluir son:

  • Escudarse ante una presión creciente de las nuevas generaciones.

Las sanciones contra Irán (impuestas después de la revolución de 1979, que incluían la prohibición de invertir en las empresas de petróleo, petroquímicos y gas) afectaron también a la industria nacional incluyendo así a los ciudadanos. Los resultados de la Primavera Árabe que iniciada en 2010 y que fue impulsada por una juventud curiosa y más individualista, amenazó en parte la postura ultraconservadora del gobierno. Abrirse hacia Estados Unidos, con la condición general de que el capital iraní permaneciera en su puesto, podría ser una gran ventaja para la política nacional, ya que le entrega legitimidad ante la comunidad internacional. Una mejor relación con Estados Unidos, le daría también una posición privilegiada en Oriente Medio, a pesar de las malas miradas de Israel y las naciones del Golfo Pérsico.

  • Modernizar la política conservadora.

Si Rohaní triunfa en la aplicación del tratado, los conservadores extremistas se verán obligados a aceptar, que una política moderada, contraria a la ultraconservadora que encabezó el expresidente Mahmud Ahmadineya, traería más beneficios que el encierro político. En 2006, durante un discurso, Rohaní sugirió ciertos cambios en la “política económica” del país y afirmaba: “no podemos cambiar la vida de las personas y toda la economía en seis meses”. Un posible triunfo le daría al presidente la capacidad política para la reelección a la presidencia y, a corto plazo, para obtener un gran apoyo en las elecciones legislativas. Rohaní acertó a la hora de elegir a Mohamed Javad Zarif, experto en relaciones internacionales, al mando del equipo negociador: gracias a Zarif, el ayatola Jamenei se mostró menos reticente a hacer más concesiones en los diálogos. Ante la incapacidad de los políticos tradicionales de sacar a Irán de su encierro (como resaltó la revista The Economist), un triunfo de este tipo podría jugar a favor del gobierno de turno al permitirles una renovación frente a sus votantes. “El arte de la diplomacia-dice Rouhaní— es volverse autosuficiente al mínimo costo. Perseguir ciertas políticas sin considerar las consecuencias no es un buen trato”.

  • Mantener el derecho a utilizar energía nuclear.

Hasta el momento y según los informes entregados por las autoridades nucleares de Irán, el país no posee un arma nuclear, aunque hay constancia de que ha intentado obtenerla desde 1988. La declaración más reciente, realizada por Ahmadineyad, señalaba que Irán había llegado a obtener una pureza en uranio claramente insuficiente para la producción de armas nucleares (se necesita un mínimo de 90%). Sin embargo, la compra reciente de la tecnología necesaria para llegar a ese esperado 90%, preocupaba a las potencias políticas y económicas. Rohaní ha mantenido que el desarrollo del proyecto nuclear iraní no está encaminado a la construcción de una bomba atómica sino a preservar la autonomía energética e insiste en que Irán tiene derecho a utilizar la energía nuclear de manera pacífica, a pesar de ello, su palabra quedó en entredicho cuando se supo que, durante las negociaciones entre 2003 y 2005, Irán estaba ganando tiempo para adelantarse en su programa nuclear sin la supervisión de entidad externa alguna. El tratado prevé reducir 2/3 partes del número de centrifugadoras nacionales (mil adicionales quedarán para proyectos de desarrollo e industria) y la limitación del enriquecimiento de uranio en los próximos quince años. El trato, por lo tanto, le permite a Irán continuar con su plan nuclear a una escala mucho menor, pero sin una prohibición total para objetivos industriales.

En mi opinión, Rohani ha demostrado ser un hábil negociador que tiene una gran visión de futuro y con este acuerdo, ha sabido alinear las necesidades e ideologías de su país con los requerimientos de las potencias occidentales, la implementación del mismo es todavía insegura y dependerá de la confianza y el desarrollo de las políticas de ambas partes.