El martes hizo calor y ayer aun más, así que volviendo de recoger a Bruno de la guarde y pensando en la tarde que me esperaba con los dos en casa hasta que bajara el sol, se me ocurrió que podíamos ir a la playa. Eso lo pensé y propuse antes de las 17.00 horas.
Pasados unos minutos de las 18.00 horas, con la protección solar puesta los tres, más cargada de lo que pretendía y con el carro grande porque el pequeño estaba en el maletero del coche y se lo había llevado Papagoloso, logramos salir de casa. Entre tirar los envases para reciclar, meter y sacar 15 veces lo que llevábamos para merendar en la bolsa, deteniendo por tanto la marcha el mismo número de veces, y arrastrar el armatoste de carro por la arena, pudimos plantar el culo en ella a las 18.15 h. Sé la hora exacta porque justo en ese momento me la preguntó una vecina de toalla.
Por lo visto Bruno ha olvidado sus placenteras sesiones de playa del año pasado - que a decir verdad tampoco fueron muchas - y nada más bajar del carro se puso a llorar y volvió a subir. Al poco aceptó sentarse en la toalla y en ella jugó con los cacharritos en la arena. Marcela tardó nada y menos en salir corriendo a la orilla. Y un poco más allá de la orilla hasta que le he hecho salir del agua por eso mismo.
Marcela volvió al agua un rato después, con una nena de una toalla cercana con la que había estado jugando en la arena y la mamá de ésta. Que tampoco es que yo me quedara muy tranquila, pero mejor eso que dejarla ir sola o tenerla a mi vera por si acaso. Desde mi sitio en la arena la veía disfrutar.Y desde la orilla cuando me acerqué con Bruno.
Ni una hora había pasado cuando me puse a recoger el chiringuito para volver a casa. Pero oye, qué gusto notar el calorcito en la playa, me gusta esa sensación por corta que sea. Y para ser el primer día creo que estuvo bien, no?
Lástima que no tenía batería en el móvil para poder hacer fotos, aunque
esta representa muy bien cómo me gustaría poder estar al menos un sólo
día en la playa. Ni recuerdo cuándo iba sin más preocupación que ponerme
la crema protectora y leer como si no hubiera un mañana.
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