Lo alucinante, lo importante, lo de consecuencia mundial, es que Donald Trump, hasta donde se puede ver una cara del inconsciente colectivo norteamericano, movilice lo que se expresa en el Ku-klux-clan, en el que militó, el atávico supremacismo blanco, que habita en el Destino manifiesto, en la bestialidad, de las masacres ejecutadas en Vietnam, en Siria, en Libia, en Centroamérica por mano de los Contra nicaragüenses y lo que se aspira a perpetrar en Cuba, lo que se conspira contra Venezuela y la Unidad Latinoamericana.
Quizá no reside en ese rostro de viejo regañado, en ese copete semi amarillo, en ese cuerpo gordo y alto, debe estar en su palabra, en la conciencia que la emite. Algo poderoso hay en él, es poderosísima la voluntad que levanta en el norteamericano promedio.
Wotan es la palabra que se nos ocurre para intentar definirlo, Wotan, que salió de los labios de Adolfo Hitler y movilizó algo profundamente alemán. Lo invocó Wagner en El anillo de los Nibelungos, que citó a Parsifal, caballo Parsi, que quiere significar Persia. Hitler lo convirtió en asesinato eficiente. Cierto, nombraba la tragedia de su patria, hambreada, humillada, llevada a su más miserable expresión por los imprudentes. Fue tan grande la impresión que le produjo a Hitler, El anillo de los nibelungos que marchó con un amigo en total silencio por las calles nocturnas en dirección a un bosque. Una vez llegados allí le tomo una mano entre las suyas y comenzó a hablar como en trance, con una voz que no le pertenecía, admirado él mismo al escucharse. Se refería a Alemania, a los germanos y a lo que él haría por ese pueblo: una revolución total. Y esto lo declaraba un muchacho austríaco de no más de dieciséis años, un completo desconocido. Muchos años después el Führer recordaba: “Sí, jamás lo he olvidado; porque ahí comenzótodo…”.
Algo parecido, a fín, quizá igual alienta en Donald Trump. Qué hacer? Es la gran pregunta. Pero antes sepamos algo: la reaparición de esto podría anunciar el futuro que emite el aire, el plan asomado en Guaidó, en el robo de Citgo y Monómeros, en lo intentando sobre la Faja Petrolífera del Orinoco, sobre el Arco Minero venezolano, que contiene el oro o parte de éste que será sustancia para la moneda del futuro, substituta del dólar de las sanciones que intento e intentará si puede crear el infierno en la tierra, la muerte masiva por hambre que no sabemos si figuró en los planes de Wotan más bien habitado por espadas de alto filo. Filo llama el lenguaje popular al hambre en un ejercicio que no sabemos si nombrar intuición adivinatoria.
El Dios Wotan tuvo momentos de contradición según su biografía, de odio hacia sí mismo o hacia su hermano, encender una guerra civil en su patria, donde mueran blancos matando negros, no es acaso, autopuñalamiento, asalto al hermano? Enriquecería a la industria armamentista… La Comisión Especial de la Asamblea nacional Venezolana que Identificará el Alcance y las Responsabilidades de las Confesiones de Donald Trump contra Venezuela, incorporará en su informe final un capítulo sobre Monómeros Colombo Venezolanos S.A.; filial de la estatal venezolana Pequiven, segundo activo más importante de Venezuela en el exterior después de Citgo y una de las principales empresas proveedoras del sector agroproductivo de Colombia..
A este señor lo van a enjuiciar por conspiración contra el Estado norteamericano, pero se censura una inhabilitación en Venezuela. Veamos la causa de la inhabilitación. La pérdida de 232 mil millones de dólares en ingresos, 624 mil millones de dólares en daño patrimonial contra la república, 411 millones de dólares en pérdidas diarias, en los últimos ochos años, y 3 mil 995 millones de barriles en pérdidas de producción petrolera. La conspiración en contra del Estado es equivalente.
¿Qué intuyó Trump a los dieciséis años?