Que ir en contra de todo no es ir contracorriente

Publicado el 29 diciembre 2014 por Wig
Hay quien dice que ir contra todo es para despechados de la vida que culpan a los demás de la que le ha tocado vivir a uno. Muchos. Los hay que lo hacen a ratos, por etapas. Bastantes. Es como el "humor", que es cambiante. Ir en contra de todo, dicen que no  es nada bueno para nuestra salud emocional. Que harta a la gente. Y es cierto. Contra todo, todo, es una locura, pero contra un poquito, hace crecer las ideas y afianza los sentimientos. Hay que tenerlos bien puesto y gran resistencia para enfretarse a cada cosa que a uno no le gusta. Así que uno no se puede entrener con las todas las piedras feas que le salen en el camino. Uno recoge las que les gustan. Dicen que es personalidad, también lo dicen de las narices grandes. Yo no entiendo de esas cosas. Sólo me atrevo a decir que las ideas están dentro de uno, pero hay que dejarlas salir. Y que es cuestión de práctica. El cerebro siempre tiene grandes ideas para días peores, pero si no se entrena en ello, se corre el riesgo de que las escotillas que tenía para esto no se abran por oxidación cuando lleguen, y terminen encerradas y dando por culo (con perdón, pero es la expresión más acertada). Ir en contracorriente dicen, por el contrario, que es para despechados sociales, pero nadando así salieron grandes obras y maestros. Y le voilâ, otra vez nos lleva a la situación social actual. Es un bucle irremediable. Y es un monólogo de una escena sheskespeariana  de esas con la calavera en la mano. Dejamos nuestras ideas ahí encerradas o las dejamos asomarse un rato por la ventanilla de la conciencia a ver que nos dice del presente que nos lleve a imaginar el futuro -mientras miramos a los ojos vacíos de la calavera-. Eso, nos dirían, es ir contra todo lo políticamente correcto. Contra todo no podemos ir, pero contracorriente, un poquito...