Actualmente, los padres andamos tan ocupados con nuestras vidas tan estresantes, que pocos se paran a observar como juegan sus hijos, y llegado el momento de tener que elegir los regalos para Reyes por ejemplo, nos volvemos locos buscando regalos porque no sabemos qué es lo que les gusta de verdad.
Miramos montones de webs donde te aconsejan que comprar, miramos cuales son los juguetes de moda. Lo que no nos damos cuenta, es que la mayoría de estas webs publican juguetes o regalos influenciados por el beneficio que puedan sacar de ello. E incluso no nos paramos a pensar que a lo mejor el juguete de moda a nuestro hijo le trae al fresco.
Otro factor que usamos para la compra de los juguetes es el precio. "Por Dios, mi hijo tiene que tener algo muy caro para Reyes". No lo decimos abiertamente, pero lo pensamos y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
A veces incluso competimos con otros padres para ver quien ha comprado la bicicleta mas cara, o el patinete mas moderno y así con todo. Yo creo que ya tienen bastante los pobres niños con que le apuntemos a saxofón o a violín para mitigar la frustración que tenemos de no haber podido ser un gran músico, y así con los de fútbol o ballet o cualquier otra actividad no elegida por nuestros retoños.
Después nos sorprendemos de que todo el esfuerzo hecho para buscar el regalo ideal, según nuestra propia opinión, en pocos casos la de nuestros hijos, termine siendo un fiasco, ya que nuestro hijo como mucho se sorprenderá cuando lo abra, y quizás juegue un día o dos y después lo eche al olvido.
Si tienes mucha suerte y de verdad le gusta, por dios cuéntanos a los demás el logaritmo que has utilizado en la elección del juguete ideal, hay padres que pagarían por ello.
Tenemos casas llenas de juguetes que venían en cajas inmensas (algunas de estas cajas han sido más usadas que el juguete que contenían), juguetes de última generación, juguetes que incluso usamos nosotros más que ellos, como esos padres que se empeñan en comprarle a un niño que todavía no tiene desarrollada la lateralidad (diferenciar derecha e izquierda) un coche teledirigido.
Otros les buscan juguetes educativos, cosa que está genial, pero por dios que todos los juguetes que le compras a tus hijos no sean educativos, que alguno sea simplemente para jugar, porque seguro que tu no pides regalos relacionados con tu trabajo, no te pides un archivador, ni te pides un juego de bolígrafos, cualquier juego puede ser educativo si desarrolla la imaginación, incluso el propio juego en sí es educativo porque desarrrolla el cerebro de nuestro hijo.
Hay padres muy osados que se atreven a poner un catálogo de juguetes delante de sus hijos, y les preguntarán con la esperanza de que haya una respuesta razonable, "a ver hijo señálame lo que quieres pedirle a los reyes". Acabas de abrir la caja de los truenos, comenzará a pedir, pedir y pedir, diciendo quiero esto y cuando pase a la siguiente página te dirá y también esto, y en la otra dirá no mejor esto y esto y así las 235 páginas del catálogo de juguetes.
Otra historia son los anuncios de juguetes en la televisión, esos publicistas que conocen a los niños y que saben como introducirse en sus inmaduras mentes y obligarles a comprarse todo lo que sale en televisión, no ayudan nada a la labor de buscar regalo, solo lo complican aún más.
Nos encontraremos diciéndoles a nuestros hijos, "anda cariño juega con tus juguetes que yo tengo que hacer cosas". ¿Qué juguetes? Aquellos juguetes con los que se aburre al momento porque realmente no le gustan. Y protestaremos porque pensamos que nuestros hijos no saben jugar solos.
Oye en parte tenemos razón, nuestros hijos a ciertas edades no saben jugar solos y necesitan de nosotros para jugar pero no porque estén malcriados o sean dependientes, es que hay algunos niños los pobres que al ser demasiado pequeños no han desarrollado todavía el juego simbólico y no saben inventar juegos solos y se dedican a tirar cosas o a pintorrear pero se aburren con rapidez, por eso necesitan compañeros de juego, si no tienen a iguales, buscarán a sus padres.
Muchas veces se divierten mucho más con juguetes de esos pequeños que salen coleccionables en los kioscos como los famosos Superzings (no gano nada hablando de ellos es solo experiencia personal) que valen 1,5 €. Y todo porque observé como miraba fascinado a otros niños que jugaban con esos muñecos y les pidió jugar y allí estaban todos alucinando.
En mi trabajo incluso he visto a niños pasarse horas jugando con un simple juguete de los que salen en los Happy Meal, o cualquier tontería que les sale en las bolas de las máquinas que hay en los bares. Nuestros niños realmente no necesitan demasiado para jugar, quizás somos nosotros los que creemos que tenemos que regalarles muchos juguetes para que nos les falte de nada y no se aburran. Y muchas veces el tener tantos, hace que realmente no sepan con qué jugar y al final terminen no jugando con nada.
Todos hemos dicho alguna vez o incluso nuestros abuelos o padres, "yo me divertía jugando y no tenía tanto juguetes, incluso a veces jugaba con cualquier cosa que me encontraba por la calle". Y aunque lo sabemos, tenemos ese empeño de colmar a nuestros hijos con caprichos y regalos, porque no queremos que les falte de nada.
Este último año me he dedicado a observar más a mis niños para ver con que les gusta jugar o como juegan, a jugar con ellos, aunque eso lo hago por deformación profesional, o incluso cuando de verdad se emocionan al ver un juguete, para a ver si así de verdad acertamos de pleno.
Por eso observa a tu hijo jugando o incluso juega con él así seguramente te des cuenta lo que más le gusta y puedas o mas bien podamos este año acertar con los regalos de Reyes.
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