Chelston House
Laura Falcó Lara
Editorial Dolmen. Colección Stoker. Palma. 2014. 269 páginas.
De cuando en cuando resulta gratificante toparte con un relato, con una novela que se escapa a tu radar de autores y géneros habituales. Particularmente encuentro estos hallazgos como algo exclusivo para todos aquellos que amamos la lectura aunque, si bien es cierto que podemos llegar a cualquier oferta de ocio y entretenimiento sin ningún tipo de referencia, el menguante número de lectores hace prácticamente imposible que fuera de foros especializados alguien te recomiende este o aquel relato. Por otro lado el hecho de encontrar esas obras invisibles a tus gustos suelen estar vinculadas de algún modo a un recuerdo positivo; fuiste el afortunado ganador de un concurso, la adquiriste por la noche en una feria de libros tras cenar, la encontraste en una de esas cafeterías que permiten a sus clientes quedarse con un libro siempre que dejen otro en su lugar…pequeñas historias que conforman la mitología personal e inolvidable de ese ejemplar que tras pasar por tus dedos ahora descansa en tus estanterías. Volúmenes enmudecidos por el mercado convertidos en piezas de tú rompecabezas vital a los que, independientemente les consigan llenar o no siempre tendrás en alta consideración.
Algo como lo que anteriormente les describía me ocurrió a con Cheltson House de Laura Falcó Lara (Barcelona, España, 1969). Esta entretenida novela de misterio llego a mí poder tras ganar un sorteo organizado por la Editorial Dolmen. En un principio no sabía muy bien que esperar de esta obra perteneciente a la Colección Stoker de la anteriormente mencionada editorial y aparecida a principios de 2014 pero, tras terminar de leer un ejemplar de corte fantástico no dude ni un segundo en darle una oportunidad a Chelston House atraído por el género al que pertenece y al que nunca he tenido en especial estima. Lo primero que me sorprendió fue su asequibilidad; la tercera novela de Falcó Lara tras La muerte sabe tu nombre y Gritos antes de morir no discrimina o aturde al lector menos versado en este tipo de relatos y le engatusa para seguir adelante con un ritmo endiablado que invita a devorar con avidez cada capítulo para desentramar el secreto de los Benet y conocer la suerte de Amanda, la joven protagonista. La cercana manera de narrar los acontecimientos de su autora, convierten a este relato en una experiencia lectora sumamente agradecida.
Bien es cierto que se trata de una novela de misterio ligera en la que los personajes, aunque importantes, no gozan del mismo protagonismo que la intriga y la acción. Con esto no quiero que interpreten que los nombres que pueblan cada página no tengan interés alguno o que tengan poca profundidad, no nada más lejos; Falcó Lara sabe muy bien sobre que superficie camina y como maestra de ceremonias conduce no solo a la narración sino al lector donde ella desea pero, por otro lado, el apoyo continuado en según qué efectismos de género pueden restar interés a aquellos con más experiencia en este tipo de novelas pero no creo que estos sean los visitantes que Chelston House espera que toquen a su puerta. La mansión de los Benet espera a aquellos que busquen un relato sencillo y absorbente con el que perderse en la sana evasión de la lectura sin sentir la necesidad de ponderar que su fin es el enriquecimiento personal y no el entretenimiento. Entretenida, realmente agradecida de leer, poseedora de un estilo narrativo directo envidiable son las mejores palabras para definir la tercera novela de Laura Falcó Lara, un auténtico regalo para aquellos que quieran volver a divertirse desde la primera hasta la última página.
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