hablamos de hacer el Camino de Santiago. Se puede empezar desde muchos lugares, por ejemplo desde Cataluña, pero siempre acabará a un mismo punto, un punto en el que se encuentran o reencuentran todos los caminantes, un punto en el que ya pueden descansar. Una de las cosas más importantes a la hora de hacer este camino es saber qué traer a la mochila; tenemos que pensar que será nuestra inseparable compañera de viaje y que si la cargamos mucho se puede convertir en nuestra peor pesadilla. De la misma forma, si no traemos todo el necesario tendremos que pararnos a comprarlo, el que nos llevará más tiempo y esfuerzo. Si quieres hacer el Camino de Santiago y no sabes lo que traer a la mochila aquí tienes una aproximación de las cosas más esenciales:
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La mochila: anatómica y regulable a las espaldas. Como ya hemos dicho será tu compañera de viaje debe ser obligatoriamente cómoda.
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Mudas: dos mudas para andar y una para después de la ducha es más que suficiente. Aún así, depende mucho la época en la que hagas el viaje; si es en verano no tendrás mayores problemas puesto que la ropa que limpies por la noche estará lista por la mañana. Pero si se en invierno llévate alguna pieza más, si llueve llegarás más sucio y tendrás que limpiar más a menudo.
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Saco de dormir: esencial y es que después de andar todo el día el descanso es muy importante.
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Esterilla: si alguna noche te toca dormir en el tierra agradecerás haberla traído.
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Cantimplora: puedes traer una cantimplora o una botella de agua, pero sea cual sea trae siempre agua encima, sobre todo en verano. Estar muy hidratado es vital si quieres llegar a Santiago.
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Capa impermeable: sobre todo si viajas en invierno, así evitarás mojarte más de la cuenta, a pesar de que no siempre lo podrás evitar.
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Gorra: el sol es uno de los peores enemigos de los peregrinos, por eso protégete de él todo el que puedas.
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Un pequeño botiquín: a todos los albergues hay un botiquín completo pero nunca está de más traer cuatro cosas básicas por si tuvieras algún problema durante el camino.
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Guantes y bufanda: si viajas en invierno.
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Zapatos de descanso: para poder deshacernos de las botas de montaña cuando llegamos al lugar de descanso. Tus pies necesitan un descanso después de tantas horas de camino, así que a ¡mimarlos!
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Chanclas: para ducharte son imprescindibles. Piensa que son muchas las personas que pasan día tras día por los albergues y que estos no siempre están tan limpios como deberían.
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Toalla: una pequeña y fácil de traer. Es una de las piezas que pesan más así que ve a alguna tienda especializada y que te muestren las opciones que tienen.
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Jabón: después del esfuerzo una buena ducha es el mejor bálsamo.
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Documentación: DNI, credencial del peregrino y seguridad social.
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Detergente para limpiar la ropa: No podrás traer tantas mudas como días estás andando. Por eso cuando llegues al albergue tendrás que limpiar la ropa sucia.
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Pinzas: en relación en su punto anterior; parece una tontería pero te salvará.
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Linterna: Para poder moverte por la noche por el albergue sin molestar a los otros peregrinos.
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Funda de almohada: como ya hemos dicho antes los albergues no siempre están tan limpios como deberían; si llevas una funda de almohada dormirás mucho más a gusto, sin manías.
¿Nos dejamos algo?