Soy muy organizada cuando preparo las maletas de los niños. De hecho en lo que va de julio he preparado ya cuatro maletas. La primera para las colonias de Jorge y Valentina con su colegio (estas suman dos), luego para irnos a la casa de veraneo de los abuelos en la costa donde hemos pasado una semana (sumad tres maletas más), luego la de los campamentos de English Summer de Jorge (maleta para 15 días, buf) y, finalmente, la maleta para un mes de todos que ya tengo más o menos organizada. Podríais pensar que en todas llevo lo mismo. Pues no. Hasta en los productos más básicos del neceser se necesitan algunas cosas para ir a un sitio y otras para otro. Luego la ropa. No es la misma la que le pongo al peque para irse de campamentos: ropa cómoda y que pueda estropearse, que la ropa bonita que aprovecho para que estrene cuando se va con sus abuelos o sale a pasear con sus padres ¿Pero qué no debe nunca faltar? Aquí os lo cuento.
Más de un calzado. Los niños en verano se mojan los pies sí o sí. Hablo de calzado de arreglar. Está claro que en la maleta tienen que ir siempre las cangrejeras de playa o las de neopreno (en función del lugar al que vayáis
Luego los bañadores. Me cargo de ellos. Ahora que son pequeños me encantan que vayan iguales y hay un montón de marcas chulas que os he ido presentando en este blog de moda infantil que los hacen así, por ejemplo los bañadores de La Mar de Peixets que pueden personalizarse. El año pasado cuento que les llevé entre 8 y 10 bañadores para cada uno. Y diréis ¿qué hace esta loca con tantos bañadores? Pues nuestro destino siempre es la playa. Cada día es uno para ir, otro para cambiarse al salir del agua, este lo utilizan para tirarse a la piscina, otro para cambiarse al salir de esta e ir a comer, luego plas plas otra vez al agua patos y, finalmente bañador mojado. ¿Habéis contado? Me salen 4 por día. Si tenemos en cuenta que tienen que secarse y que del sol tan fuerte que tenemos acaban súper estropeados seguro que 8 bañadores por barba ya no os parece una tontería.
El repelente de mosquitos también lo llevamos en todos sus formatos: crema, spray, pulseras, stick... Hay personas que no les pican nunca pero hay otras que parecen que lleven un letrero de área de descanso para bichos. También llevamos protección solar en crema, stick, aceite, spray... Y, claro, el aftersun
Pijamas ¿Cuantos? Tres por lo menos. Cada vez hay pijamas más originales para niños y nosotros nos pasamos muchas horas en pijama
Ropa de abrigo, sí o sí. Al finalizar las vacaciones siempre hace fresco. Y ya no digo si vais a un lugar en el norte, en la montaña o viajáis a un país con temperaturas diferentes a las de los que nos vamos a la playa. La cuestión es que siempre acaba refrescando y los niños necesitan abrigarse. También los mayores. Así que tened a mano algún pantalón largo o tejano es imprescindible.
En cuanto a la ropa de baño yo siempre voy cargada de las toallas de playa. Aunque vayáis a un hotel las necesitáis y ya no os digo nada si vais a un apartamento o una casa privada. Además, nosotros también cargamos con todos los juguetes de playa, la sombrilla, la nevera ¡Y hasta los inflables! La pelota, el colchón, el delfín para la piscina... Y la mancha para hincharlos ¡Imprescindible! También las gafas de buceo con tubo, las de piscina y la cámara acuática.
El apartado neceser es fácil si tenéis un niño. Pasta de diente, cepillo, jabón, champú y colonia en el mejor de los casos. Pero ¿Y si tenemos una niña? Pues sumad acondicionador, gomas de colores, diademas, clips y horquillas (a juego con sus vestidos), crema labial, etc. Yo llevo un litro de mascarilla para el pelo.
No olvidéis las tarjetas sanitarias y las linternas, muy útiles siempre. Y el DNI de todos. Nosotros además, vamos cargados de juguetes. Algunos para hacer vídeos para nuestro canal y otros porque son sus compañeros inseparables. Y no hablo de un solo peluche sino de muchos, muchos, muchos cacharros, que los niños tienen que jugar que es muy bueno como bien se sabe.
Si a todo esto le sumáis la maleta de los adultos con los cargadores de móviles, tablets, ordenadores, cámaras y libros de lectura veraniega, pues ni os cuento como vamos. Al finalizar el verano, cuando toca volver, siempre pienso ¿Era necesario tanto? Seguro que no. De hecho nosotros de solteros habíamos viajado sin maletas jajajaja. Aunque la impresión que tienes estando lejos es que siempre te has olvidado algo ¿No os pasa? Felices vacaciones.
Periodista multidisciplinar de vocación y corazón. Más de 17 años en activo en medios de comunicación. Especializada en social media y contenidos desde 2005. Bloguera y emprendedora. Mamá de dos. La mejor profesión.