MI COMUNICACIÓN CONTIGO, REFLEJO DE MI COMUNICACIÓN CONMIGO.“Nuestro lenguaje es un indicador muy fiel de cómo nos vemos como personas”. Stephen R. Covey.Cuando descubrimos que nuestra comunicación con los demás no funciona como esperamos, la primera reacción suele ser de autocontrol:tomamos consciencia de los mensajes que lanzamos a nuestro alrededor y hacemos todos los esfuerzos posibles para evitar los que no son bien recibidos. Esta es una respuesta que tiene un apreciable valor, pues demuestra que somos conscientes de que tenemos un problema, y que queremos resolverlo. Pero esta estrategia tiene un recorrido limitado, y en general no durará. En relativamente poco tiempo, bajaremos la guardia, y volveremos a la comunicación que nos sale de dentro. Así pues, el verdadero cambio en nuestra comunicación no se producirá si no realizamos primero un cambio interior. Y no podemos hacer este cambio interior si en primer lugar no descubrimos qué nos decimos a nosotros mismos, es decir, cuál es nuestrodiálogo interior.Este es el primer paso esencial, porque lo que decimos a los demás es, en su esencia, fiel reflejo de lo que nos decimos a nosotros mismos, y no podremos cambiar la actitud hacia los demás, (actitud que se traduce en determinados mensajes hacia ellos) si no cambiamos la actitud hacia nosotros.Así, cuando tenemos consciencia de que nuestra comunicación con los demás no es bien recibida, el primer paso ineludible será descubrir qué mensajes nos damos a nosotros mismos a diario, pues nuestrodiálogo interiores el origen de nuestra comunicación hacia el exterior. Porque si continuamente nos damos mensajes de exigencia, nos censuramos a nosotros mismos por no haber hecho las cosas mejor, y nos echamos en cara nuestros pequeños errores, exigiremos sin límite a los demás, los censuraremos todo el tiempo y no les perdonaremos ni un fallo. En cambio si nos damos a nosotros mismos mensajes de aliento, nos perdonamos los fallos sin importancia, y nos reconocemos las victorias, haremos lo mismo con la gente de nuestro alrededor.
“ESCUCHARNOS” A NOSOTROS MISMOS“La voz es reflejo de lo que sientes. Si quieres cambiar tu comunicación, no cambies tu voz, cambia lo que sientes”. Oriol Pujol BorotauEscucharse a uno mismo es el primer paso para identificar qué nos decimos, pero no es un proceso necesariamente fácil. Es cierto que no dejamos de hablarnos, de darnos mensajes, es cierto que nuestrodiálogo interiores permanente. Pero ¿cómo podemos tener consciencia de nuestra voz interna, si para empezar es una voz que no oímos?.Hay dos momentos esenciales en los que nos será fácil escuchar estasilente voz interior, y en los que podremos descubrir qué nos decimos a nosotros mismos: cuando algo nos sale bien y cuando algo nos sale mal.
En cambio, si optamos por la segunda opción, estaremos demostrando que sabemos relativizar nuestros pequeños fracasos, y disfrutar nuestros logros, y estaremos en condiciones de relativizar los fracasos ajenos, y de hacer disfrutar (y disfrutar con los demás) de las victorias.
MI DIÁLOGO CONMIGO MISMO: ¿SÍNTOMA DE ALGO MÁS?A menudo el diálogo poco cariñoso o poco afectivo conmigo mismo no es un hecho aislado, y son muchos los casos en que esta comunicación negativa hacia mi mismo se acompaña de otros comportamientos igualmente negativos como pueden ser no cuidarme físicamente, no priorizar nunca mis deseos frente a los de los demás, o no dedicarme el tiempo necesario. Todo ello es expresión de un problema de base:no quererme a mi mismo.Es necesario querernos para querer a los demás. Y es expresión de que nos queremos no sólo el hecho de darnos mensajes de aprecio sino también el hacer cada día cosas concretas que lo demuestren. Empecemos queriéndonos nosotros y estaremos abriendo el camino para que nuestros comportamientos para con nosotros se traduzcan en iguales comportamientos hacia los demás.No intentemos hacer con los demás, o pensar de los demás lo que no hacemos con nosotros o no pensamos de nosotros, porque el esfuerzo, además de agotador, resultará frustrante: ¿cómo podemos dejar de exigir a los demás lo que nos exigiríamos sin duda a nosotros?, ¿o cómo podemos perdonar a los demás no que no nos perdonaríamos jamás a nosotros?
MOMENTOS PARA ESCUCHARNOS“Hay que tomar la decisión de perseguir durante toda la vida la meta de conocerse a sí mismo”. Chris LowneyTomar consciencia de nuestrodiálogo interiores la base del cambio en nuestra comunicación. Y hacerlo es algo que podemos aprender practicando.Podemos tomarnos unos momentos al día para, en un ambiente de relajación, apagar el ruido exterior y hablarnos a nosotros mismos. Contarnos el día, valorar nuestras decisiones, disfrutar de las pequeñas victorias y aprender de los pequeños fracasos. Rememorar los mejores momentos del día y atesorarlos, y relativizar y superar los malos momentos. Son momentos para decirnos cosas en el más completo de los silencios, un ejercicio absolutamente revelador, que se convertirá en la semilla del cambio.Web de Ferran Ramon Cortés