El aniversario de dos años de revolución, carisma y empatía de Papa Francesco y el anuncio de un nuevo Jubileo dedicados a la Misericordia deberían hacer exultar los creyentes y despertar la curiosidad todos los pueblos por un nuevo grande acontecimiento de encuentro mundial, sin embargo deja un velo de duda y tristeza.
Un ordinario acto penitencial del viernes cuaresmal celebrado por el Papa se ha convertido en un momento memorable cuando el Pontífice ha anunciado la convocación de un año santo que iniciará el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción y quincuagésimo aniversario de la abertura del Concilio y se concluirá el 20 de noviembre de 2016, fiesta de Cristo Rey.
Pero este anuncio se ha unido y confuso con las otras palabras de Papa Francesco sobre la duración de su pontificado. "Tengo la sensación que mi Pontificado será breve. Cuatro o cinco años, no lo sé, dos ya sono pasados, aunque pudiera equivocarme", ha dicho en una entrevista concedida a Valentina Alazraki de Televisa dónde el tema de la muerte ha sido muy frecuente.
La gran pregunta es: ¿qué pasa al Papa? ¿Por qué en una entrevista aparentemente normal ha provisto cifras precisas sobre la duración de un Pontificado que tampoco el dimisionario Benedicto XVI refirió? ¿Y cuál es la razón de todas este simbólicas coincidencias entre noticias pero también entre características y acontecimientos inspirados a otros Papas?
Fue Papa Juan XXIII a convocar con surprisas el gran Concilio, con la misma sensación que no lo concluiría y con la misma voluntad revolucionaria de Bergoglio. Y fue Papa Juan Pablo II a abrir el último Jubileo y a cerrar la puerta santa con estas palabras "Sabemos con certeza - que no se cierra nunca la puerta de tu clemencia por los que creen en tu amor y proclaman tu Misericordia." Misericordia de nuevo...
Al fin el viaje en Argentina programado en 2016, muy parecido a aquel programado a la cumbre de su enfermedad por Wojtyla en Polonia cuando dejó el país con un melancólico "Rogáis hasta que estoy vivo y después de mi muerte" Podría no ser casual tampoco su repetitiva invitación en cada cita con los fieles "Rezate por mí".
¿Dimisiones, enfermedad incurable, complotes interiores o atentados islámicos o sencillamente una pura sensación de debilidad? El Jubileo de Papa Francesco ya parece un testamento de transformación de la Iglesia y de su pueblo y un temblor por el mundo dividido y despistado que no está fijándose en profundidad en el mensaje de este Papa Bueno que hoy pare mas bien como una despedida.
@angelodaddesio