Las etapas gastadas de los cohetes caen a los océanos, aunque algunas de ellas terminan en el espacio como basura espacial. Los satélites son lanzados habitualmente en cohetes de etapas múltiples. Existen dos tipos de cohetes multietapa: cohetes con etapas en serie y cohetes con etapas en paralelo.
En el primer sistema al terminar el combustible de una etapa, se desprende y otra etapa continúa el trabajo. En el segundo las etapas funcionan a la vez.
En un cohete con etapas en serie, las primeras etapas se desprenden poco tiempo después del lanzamiento y caen a la Tierra. Sin embargo, no existe peligro de que estas etapas produzcan daños al caer, puesto que todo está calculado para que caigan en el mar. En el caso de que el lanzamiento se salga de control, existe la posibilidad de detonarlas a distancia para evitar riesgos.
Sin embargo, las últimas etapas de los cohetes, ya tienen una considerable velocidad, y al desprenderse se queman en la atmósfera, algunas también consiguen alcanzar la órbita al igual que la carga de pago. En el pasado las agencias espaciales abandonaban las etapas gastadas en órbita. Pero con el transcurso de los años muchas etapas muertas han explotado o colisionado provocando millones de peligrosos fragmentos. Para combatir este problema, se creó el Comité de Basura Espacial Internacional en 1993. Ahora la NASA retira etapas gastadas mediante pequeñas igniciones utilizadas para dirigir las etapas hacia la atmósfera para su destrucción controlada.
Las agencias espaciales también tratan que los vehículos espaciales como los cargueros que llevan suministros a la Estación Espacial, sean dirigidos hacia la atmósfera para que se quemen al rozar con el aire de manera controlada.