¿qué pasa con lo que se está haciendo en la actualidad?

Por Juanmartinezsalinas76

Desde hace tiempo, un nuevo tipo de currículum deja atrás el pasado y se centra más en el ahora.

El currículum no deja de ser un documento que contiene datos e información que debe transmitir cosas. Muchas personas aun siguen usando el mismo tipo de currículum para todo y ese es un gran error. El currículum debe adaptarse a cada tipo de puesto y organización, haciendo hincapié en lo más importante para cada caso. No olvidéis que los seleccionadores os van a valorar por lo que ponéis, es decir, no pueden suponer nada ni adivinar determinadas cosas sin no están reflejadas en vuestra perfil profesional.

Muchas personas están obsesionadas con el tamaño del currículum y como un profesional les dijo que el tamaño máximo del mismo era de una hoja no dudan en quitar cosas hasta comprimirlo todo en una hoja, sin pararse a pensar si se poner todo lo relevante. Más de una persona querrá preguntarme la siguiente pregunta ¿Qué tamaño debe tener un currículum? Yo siempre digo que entre una y dos hojas como máximo, ocupando el espacio necesario para reflejar lo más relevante de tu “yo profesional”. Es decir, ni una ni dos sino entre este mínimo y máximo lo que cada uno precise para plasmar lo más relevante de cara a conseguir la entrevista de trabajo. Soy partidario de que no importa el tamaño del currículum sino lo que se refleja en el mismo y de la forma en que se plasma.

A la hora de plasmar aquello que tenemos que contar, determinadas personas están emperradas en poner solo lo que se ha finalizado. ¿Qué pasa con lo que se está haciendo en la actualidad? Para mi, es obligatorio reflejar todo lo que se esté realizando en ese momento, tanto en el ámbito formativo, experiencial o profesional. Porque sino se indica, a efecto reales, es como si no se estuviese haciendo nada. Imaginemos que una persona está llevando a cabo unas prácticas no laborales de un curso de formación y en el currículum no las refleja y resulta que su última experiencia laboral finalizó en febrero del 2009. Lógicamente, cualquier seleccionador interpretará que desde esa fecha, el sujeto en cuestión no ha hecho nada… ¡Menuda imagen! ¿No? Y el seleccionador no llamará para preguntar. Si no se pone, se sobreentiende que no hay nada. Si quieres que el seleccionador lo sepa, indícalo.

Al relatar la experiencia laboral, las personas tendéis a centraros en funciones genéricas que por si solas no dicen nada. Imaginemos un puesto de administrativa, en el que se indica “desarrollaba funciones típicas contables y administrativas”. Lógicamente no ayuda mucho porque las funciones contables y de cualquier otro tipo varían mucho en función del tipo de empresa en el que estemos. Es decir, debéis centraros más en los logros obtenidos y dificultades superadas en el desempeño de esas funciones concretas. Esta persona con experiencia de administrativa podría poner que realizaba contabilización de todos los asientos contables y para ello implantó un sistema de macros para llevar un control y poder sacar cifras diarias, mensuales en función de las peticiones de sus clientes internos y externos. Es cuestión de buscar las palabras más adecuadas que reflejen no solo tareas sino también vivencias, competencias y logros. ¡Ojo! Esto no debe confundirse con una fantasía laboral. Hay que de ceñirse a la realidad pero explayándose en aquello que pudiera ser interesante para el entrevistador, que te haga destacar frente a otros candidatos.

Siempre aconsejo, además, añadir un pequeño apartado de perfil profesional para definir de forma clara y concisa qué tipo de puesto se busca y para el cual nos encontramos capacitados. Esto ayuda bastante a centrar lo que uno quiere y si encaja en las necesidades actuales de personal de esa compañía a la que optas.

En el apartado de otros datos de interés se suelen incluir competencias genéricas, sin especificar más. Imaginaros que vosotros sois seleccionadores y veis que una persona os pone en su currículum que sois una persona con iniciativa, resolutiva y acostumbrada a trabajar bajo presión, sin especificar nada más. Lógicamente, os quedáis como estabais porque eso lo dice ella y con esa información no podéis sacar ninguna conclusión porque no conocéis a ese candidato. Sin embargo, si se indica una competencia y un ejemplo breve que refleje el tenerla puede hacer que el seleccionador se haga una pequeña idea y la quiera profundizar más o no en una entrevista de trabajo.

No debemos olvidar que el objetivo de un currículum no es conseguir un puesto de trabajo sino que su objetivo concreto es conseguir entrevistas de trabajo y será en ellas, donde alcancemos o no el puesto de trabajo al que optamos.

Las cosas se pueden decir y reflejar de muchas formas y debemos saber qué es lo que más puede interesar al que hacemos llegar nuestro currículum porque debemos tener claro que incluir todo es imposible. Por ello, debemos comenzar a ponernos más en el lugar del otro para ser capaces de conectar con su punto de vista.

Debemos poner datos que ayuden y que aporten algo. Por ejemplo, estamos obsesionados y acostumbrados con incluir determinados datos personales que ocupan bastante espacio y que, a priori, no aportan nada. Con mencionar la localidad de residencia más que suficiente y después si es preciso ya se concretará la dirección completa. Imprescindible nombre y apellidos, fecha de nacimiento y datos de contacto, es decir, teléfono y dirección de correo electrónico

Creo que todos debemos ejercer un espíritu de autocrítica en nuestro hoja de vida laboral y plantearnos si es necesario y prioritario todo lo que reflejamos en el mismo. Muchas personas mencionan determinados datos porque siempre se han puesto, sin pararse a plantear sin son realmente necesarios y si los seleccionadores los precisan para algo.

Lo que más importa es aquello que nos diferencia a nosotros del resto y para, así, reflejarlo en el currículum y que la información que queremos mostrar, pase al receptor de dicho CV.

¿Te parece adecuado este nuevo tipo de currículum?