¿Qué pasa cuando gritas tu contrato?

Por Bvillar1970

Por Bernardo Villar

¡Yo soy un hombre bla, bla, bla! ¡Yo soy una mujer bla, bla, bla!

¿Qué pasa cuando gritas tu contrato? ¿Qué cambia?

Me puedes decir que te empoderas, que recuerdas quien eres, que te regresas al avanzado en el momento de crearlo….

En realidad cuando gritas tu contrato, no pasa nada. Puedes gritarlo, decirlo, susurrarlo… no pasa nada.

Tu contrato no está hecho para que lo digas, está hecho para que lo vivas.

Tu contrato es una declaración, un acuerdo que haces con el mundo acerca de quién estás eligiendo ser. No solamente estás inventando un contexto nuevo, una nueva conversación. No solamente estás reescribiendo el futuro: estás haciendo un acuerdo, un compromiso. Tu integridad está de por medio. Tienes la oportunidad de honrar tu palabra o de no hacerlo.

La mejor manera de no honrar tu palabra es comprometerte a lo tonto, decir que si cuando quieres decir no. Decir que harás (o en este caso, serás) algo que no tienes la intención de cumplir. ¿Cómo vas con tu contrato?

El problema cuando no honras tu palabra de manera cotidiana es que vas perdiendo poder, vas perdiendo desempeño en tus relaciones. Después de todo, ¿Qué importancia tiene lo que diga si lo que digo no lo hago suceder? ¿Qué importa quién digo que soy si no hago nada por serlo?

Cuando creas contrato haces una promesa, creas expectativas en ti y en los demás. Cuando esa promesa no se cumple y se hace un nuevo acuerdo una y otra vez, esa promesa comienza a carecer de valor.

Tu contrato es una nueva historia del futuro. Tenerlo presente todo el tiempo es importante como una visión. Si esa visión no te mueve todos los días, si no son más que palabras, da igual tenerla que no tenerla.

Tu contrato no está hecho para gritarlo como loco y creer que por eso alqo cambiará. Tu contrato está para recordarlo cada vez que te das cuenta que no estás actuando en consecuencia. Tu contrato no es para decirlo a la ligera, es tu palabra. No es una herramienta. Tu contrato eres tú.

Así que piénsalo detenidamente, observa lo que implica, y si estás listo (solo si estás listo), dime quién eres.