¿Qué pasó con una de las míticas de la edad de oro del software Español? (Parte 3): Indescomp

Por Juan Carlos Fernández

La historia de Indescomp es una de las más peculiares de nuestra industria patria de 8 bits, ya que coqueteó tanto con el software como con el hardware, especialmente con este último, como veremos.

La compañía se creó en el año 1982 en Madrid por José Luis Dominguez y, tras intentar infructuosamente distribuir el ZX 81 en España (lo cual hizo finalmente Investronica), desde un principio se centró en la distribución de videojuegos para Sinclair en un principio y en Amstrad CPC posteriormente. No obstante, si bien comenzaron distribuyendo juegos extranjeros en España, lo que realmente les llevó a la fama fue la distribución de los que son considerados como los primeros videojuegos españoles, La Pulga y Fred.

La Pulga fue obra de  Paco Suárez y Paco Portalo, ambos extremeños y compañeros de la Universidad. Realmente el juego proviene de una idea de Paco Suárez, el cual estaba trabajando en simulaciones de parábolas en un XZ81 y pensó que podía ser algo divertido si estas parábolas dependieran del tiempo en el que se estuviese presionando una tecla. Con esta idea de juego, Paco Suárez convenció a Paco Portalo para que se sumase al proyecto y entre ambos desarrollaron La Pulga para XZ81, utilizando un asterisco como pulga debido a que de esta forma se consumían menos recursos.

Una vez finalizaron el juego, lo enviaron a Indescomp, los cuales rápidamente vieron el potencial del mismo, en un momento en que buscaban casi desesperadamente software para el ZX81. Debido a la escasa base de este ordenador en España, José Luis Dominguez toma dos importantes decisiones. Por un lado, hizo un lanzamiento internacional del juego, centrándose especialmente en Reino Unido, en donde le cambió el nombre por Bugaboo. Por otro lado y, ya sin Paco Portalo en el equipo (por decisión propia), Indescomp lanzó versiones del juego para Amstrad CPC y C64 en 1984, así como para MSX en 1986.

La Pulga o Bugaboo fue un absoluto éxito de crítica, especialmente fuera de nuestras fronteras. Reino Unido fue un gran ejemplo de ello, en donde las revistas especializadas le otorgaron notas en general por encima del 7 sobre 10, lo que ayudó a generar bastante popularidad en aquel país. Al mismo tiempo, La Pulga se convirtió en el primer juego de la denominada edad de oro del software español.

Pero Indescomp no se paró ahí. De forma casi paralela, la compañía puso interés en una pequeña “start up” como se llamaría ahora, pero que no era más que un grupo de jovencísimos aficionados a la programación: Charlie Granados, Fernando Rada, Camilo Cela (sobrino del premio Nobel) y Paco Menéndez. El nombre de la compañía era Made in Spain y llevaban tiempo trabajando en un juego de aventuras, en el que un explorador debía salir de una serie de laberintos (generados aleatoriamente) en un ambiente basado en el antiguo Egipto. Pues bien, Indescomp se interesó mucho por el título y se ofreció a distribuirlo para XZ81, utilizando para ello una estrategia muy similar a la realizada con La Pulga. Se lanzó en Europa en 1983 con el nombre de Fred, y muy especialmente en Reino Unido, generando críticas muy positivas tanto del público como de las revistas especializadas. Por contra, en España pasó mucho más desapercibido. También salió para Amstrad CPC (llamándose Roland on the ropes en Reino Unido) y C64.

Pero los éxitos que Indescomp tuvo gracias a La Pulga y Fred no se llegaron a ver traducidos realmente en dinero y es que, por aquellos tiempos, el software no era realmente lucrativo. Por ello, José Luis Dominguez tenía muy claro que debía centrarse en el hardware, que era donde se movía el dinero en aquellos primeros años de la informática. Así y, ante la derrota al pretender ser el distribuidor de Spectrum, se puso como objetivo el importar y distribuir los ordenadores Amstrad en España.

Así lo hizo. Se ha de destacar que Indescomp había forjado una buena relación con Amstrad y el temible Alan Sugar, ya que muchos de los juegos que se habían publicado en Reino Unido por Indescomp lo habían hecho a través de la distribuidora de la propia Amstrad, Amsoft. De esta forma y, de una manera muy hábil, José Luis Dominguez alcanzó un acuerdo con Alan Sugar por el que compraría 1.000 unidades del Amstrad CPC 464 para verderlas en España de forma exclusiva. Además, para asegurarse la venta de todas ellas, Indescomp firmó otro acuerdo con El Corte Inglés para que fuera éste el que las vendiera en sus tiendas. Sin duda, un éxito asegurado para las tres partes. Fue tal la demanda que Indescomp tuvo que comprar de forma apresurada otras 1.000 unidades más a Amstrad.

El éxito de Indescomp como distribuidor de Amstrad en España, ya totalmente alejado del mundo de los videojuegos, fue indiscutible, tanto que en 1984 Amstrad PLC (la compañía inglesa) compra parte de Indescomp, haciéndose con el control de la misma y haciéndola distribuidora oficial, si bien seguía conservando la denominación de Indescomp. Los años posteriores fueron de crecimiento exponencial, no sólo por la distribución de los Amstrad CPC, sino por los PCW y, también, por la distribución de equipos de música y vídeos Amstrad.

En 1987 Amstrad finalmente decide comprar el 100% de Indescomp por 6.000 millones de pesetas (unos 36 millones de Euros), en un momento en que la empresa española facturaba unas cifras históricas, como los 30.000 millones de pesetas de 1987 (más de 180 millones de Euros). A partir de ahí, la mítica Indescomp dejó de ser tal para pasar a formar parte de la mítica Amstrad.

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