Santiago Segura parece un tío simpático, buena gente en general, y guardo muy buen recuerdo de su actuación junto a José Mota en el musical Los productores, no tanto de su doblaje para la película americana del mismo nombre. Torrente, como personaje, ya sabía que era un ser patético, fachorrón y fascistoide, amante de la música de El Fary.
Pero la película, a la que me enfrenté con previa sonrisa, por aquello de que le precede su fama, me amargó la noche. Bueno, no me amargó nada; no llega a eso, es solo una película, pero es infumable, está mal hecha, no tiene pies ni cabeza y no entiendo cómo la gente pierde el oremus por participar en la saga Torrente, cuando no puede ser más que una mancha en el historial de cualquiera, ya sea del medio profesional o del simple famoseo.
Está claro que todo eso de los cameos de famosos, por una parte, son producto claro del esfuerzo y encanto personal de Santiago Segura, a la vez que una inmensa fuente de publicidad y promoción gratis de la película y también de recortar gastos en nóminas, pues creo que el sueldo de esos cameos es poco más que simbólico. Aunque eso no lo sé a ciencia cierta.
En resumen, que es una película no mala, lo siguiente y lo siguiente hasta el infinito, y no he visto ni una escena que incite a la risa. Y yo soy de risa generosa, PERO este tipo de humor, si es que a esto se le puede llamar humor, no lo capto. Salvo a Toni Leblanc, porque este señor es lo mejor de lo mejor lo pongas donde lo pongas, y en las escenas donde aparece son los únicos momentos en que parece que estás viendo una película y no la función del colegio del vecino del 5º, que ni te interesa y te aburre.
Conocía, recuerdo ahora, cuando esta y las otras pelis de la saga se iban estrenando y eran éxito rotundo, a mucha gente entre mi círculo de conocidos e incluso amigos que se hicieron incondicionales fans de Torrente y sus películas y repetían constantemente expresiones supuestamente graciosas de Torrente... Ahora ya entiendo por qué hace años que no se nada de esa gente...
No llega a ser una película desagradable, aunque está claro que también es esa una de sus intenciones, es solo un bodrio aburrido y mal hecho sin pizca de gracia. Si la saga Torrente nació como parodia histriónica e hispana de los héroes machitos made in USA, es un absoluto fracaso pero hace que las de Esteso y Pajares parezcan sublimes obras de arte.
No obstante me alegro de su éxito como producto patrio, pues aunque sea una mierda, es mierda española al fin y al cabo, que otras peores hay y nos las comemos y pagamos, y que así su productor haya podido comprarse una gran casa y cientos de hectáreas de gallegos viñedos con la trepidante recaudación obtenida. Ahora bien, como el resultado de esos viñedos sea del mismo estilo que esta serie de películas, yo casi prefiero beber directamente vinagre.
Ayer me acosté con un regusto de parecido amargor en mi paladar cinéfilo: "SI ESTO ES UNO DE LOS MAYORES ÉXITOS DE TAQUILLA DEL CINE ESPAÑOL, APAGA Y VÁMONOS". Y apagué la luz y me dormí.
Para olvidar y nunca más.