Según los niños van creciendo se van despegando de los padres en todos los sentidos y se hacen muy autónomos. Esto es bueno para el niño pero los padres comenzamos a estar mas en segundo plano, comienzan a tener conflictos con otros niños, experimentan la alegría, el rechazo, la tristeza, la empatía etc..y casi siempre en su forma mas intensa.
La relación con el niño a veces es difícil otras una delicia y comienzan a buscar hasta donde pueden llegar, es decir nos retan muchas veces sin saber porque.
El otro día estaba mi hijo enfadado por algo que el dice que yo hacia pero no terminaba de decírmelo.
Le propuse un juego, preparé dos folios en blanco uno para el y otro para mi donde en la mitad izquierda puse "Cosas que me gustaría que mi padre dejara de hacer" y "Cosas que mi padre tiene que continuar haciendo". Pensé en una tercera opción pero no quería saturarle.
Dejé las hojas y cuando observé que podía estar predispuesto le propuse que rellenase el folio y que yo haría lo mismo para mas tarde leerlo juntos y comentar.
Aviso que puede ser duro y al mismo tiempo gratificante saber lo que tu hijo no soporta que hagas para poder rectificar.
En tu hoja de padre pones lo que quieres que tu hijo deje de hacer camuflando entre ellas la conducta que quieres corregir.
Luego leéis juntos vuestras respuestas y le demuestras que vas a hacer un esfuerzo por cambiar lo que no le gusta (dentro de lo razonable) y el también.
A mi me ha funcionado muy bien y he descubierto cosas que a mi hijo le gustan de mi que jamas imagine.
¿te atreves?