¿Qué Podemos Aprender de Maléfica y de Sus Cuernos?

Por Mariola Azores De Bustarviejo @MariolaAzores

Me quedé sin ver Maléfica cuando la estrenaron así que el otro día cuando vi que ponían la película en Canal + no quise perdérmela, y he de decir que no me defraudó. Después pensé que se pueden extraer unas cuantas lecciones de su historia, por lo menos yo apunté las ocho que vas a leer a continuación. SPOILER ALERT: Antes de que continúes leyendo tengo que avisarte de que si no has visto la Maléfica de Angelina Jolie esta entrada tal vez desvele más de lo que te gustaría saber.
¿Qué Podemos Aprender de "Maléfica"?

Que no deberíamos juzgar a nadie hasta no haber caminado una milla en sus zapatos
Juzgar a los demás es gratis y tremendamente divertido. Es menos trabajoso dejarse arrastrar por la opinión generalizada acerca de alguien o de algo que tomarse la molestia de informarse para construirse una opinión propia. Lo hacemos constantemente; ponemos etiquetas a los demás sin apenas conocerles, criticamos decisiones que no compartimos y descalificamos estilos de vida que no comprendemos.  
La primera lección que podemos aprender de Maléfica es que la verdad de una historia o de una persona no siempre es como nos la han contado. 
Que se pueden llevar los cuernos con dignidad
Según la comunidad científica solo un 9% de los mamíferos son monógamos pero lo que no está tan claro es si el hombre es uno de ellos, de hecho parece ser que el ancestro de los homínidos era polígamo. Además hay quien afirma que ser infiel adelgaza por lo que de cara al verano algunos podrían contemplar la "dieta de la infidelidad" como la opción más placentera para perder peso. 
¿Quién se atreve entonces a tirar la primera piedra en favor de su virtud o de la de su pareja? ¿Quién puede afirmar sin ningún género de duda que nunca será infiel, o que nunca le engañarán con otra persona? Hay mil razones para poner los cuernos y otras tantas maneras de llevarlos; si alguna vez te toca cargar con ellos haz como Maléfica: pon tu mejor Bitch Face y luce tu cornamenta con toda la dignidad de la que seas capaz. O de la que su tamaño te permita.
Que intentarán arrancarte las alas
Por mucho que a algunos nos guste ver el lado rosa de la vida no está de más aprender de lo que le pasó a Maléfica. Quizás algún día te encuentres con alguien que por ambición, por envidia o por inseguridad quiera arrancarte tus alas. Podría ser un jefe, un amigo, una pareja o incluso tu propia familia. Las personas que han aprendido a volar desprenden una luz interior que ofusca a los espíritus más mezquinos, inclinándoles, no a aprender a volar ellos también, sino a impedir que el otro lo haga. 
Que un mal nombre puede marcarte de por vida
Esta es una lección importante que debéis tener muy presente quienes vayáis a tener un hijo. Porque no es lo mismo bautizarle como Pablo que como Napoleón, por ejemplo. Que si su primer apellido va a ser Guerra cuidado con llamarle Armando. El de Maléfica es claramente un nombre muy mal escogido: predestinó a la protagonista de La Bella Durmiente a hacer el mal y a pasar a la historia de los cuentos como la bruja más malvada de todas. Y eso que ni siquiera era una bruja, sino un hada.
Que los niños siempre miran con los ojos del corazón
Es una de mis escenas favoritas de la película: Aurora es aún un bebé que vive con las tres hadas en una casita del bosque. Maléfica se acerca una noche para observarla por la ventana y contra todo pronóstico la niña no solo no se asusta, además le sonríe. Más adelante, con tres o cuatro años, Aurora (que por cierto a esa edad está representada por la propia hija de Angelina Jolie) corre riendo feliz hacia Maléfica y le pide que le coja en brazos para juguetear con sus cuernos.
Da igual que seas feo o guapo; gordo o flaco; rico o pobre; blanco, negro o amarillo; musulmán, cristiano o ateo; los niños no tienen en cuenta esas consideraciones. Somos los adultos los que estamos llenos de miedos y de prejuicios que desgraciadamente les trasladamos a los niños.
Que hay decisiones que no tienen vuelta atrás
Maléfica maldice a Aurora el día de su bautizo y más tarde lamenta haberlo hecho. La ofuscación, el odio y el resentimiento son pésimos compañeros de viaje. Cuántas veces no habremos tomado decisiones movidos por este tipo de sentimientos de las que nos hemos tenido que arrepentir más tarde. Pero lo peor llega cuando esas palabras que dijimos o esos actos que cometimos no tienen marcha atrás porque hicieron demasiado daño, tanto que solo en un cuento de hadas hubieran tenido solución.
Que el amor verdadero existe
Y sobre todo que a veces llega cuando menos te lo esperas, de quien menos te lo esperas. A mí también me pasó como a Maléfica, me encontré queriendo incondicionalmente a una niña (y ella a mí) que no era mía y que a priori llegaba a mi vida para complicármela. Pero es que el amor a veces no lo escoges, te escoge él a ti. Sabes que es amor verdadero porque aunque todo juega en contra para que se produzca, sucede. Y ni puedes ni quieres luchar contra lo que sientes.
Que se puede ser héroe y villano
La última de las lecciones que podemos aprender de esta película es algo que siempre se nos olvida: que nadie es del todo bueno ni del todo malo. Que se puede ser una gran persona  pero tener al mismo tiempo un lado oscuro. Que incluso quien nos parece menos fiable puede un día sacarnos de un apuro, que el más cobarde puede ser el más valiente en una situación límite.
Que quien parece una bruja resulta ser un hada.
Si has visto la película que redime a Maléfica,  ¿estás de acuerdo en que estas son algunas de las lecciones que podemos aprender de ella?
Foto: Oishari.blogspot.com